«Es una ayuda, pero no suficiente»
Elena es la cuidadora principal de su hijo desde hace más de una década, cuando una enfermedad mental la convirtió en una persona dependiente. Ahora es una de las 1.550 personas por las que el Estado cotiza para que en el futuro tenga derecho a una pequeña pensión contributiva.
La ayuda que percibe como cuidadora no llega a los 300 euros, pues aunque tenía derecho a casi el doble al hacerla efectiva se descuenta la pensión que percibe su hijo por discapacidad.
Para Elena, la dependencia «es un gran avance» porque ha venido a reconocer lo que hasta ahora hacía de forma invisible. Pero lo cierto es que para vivir tiene que recurrir a trabajos esporádicos, como el cuidado de personas mayores en su domicilio, con los que completar los ingresos familiares.
Los años de dedicación a su hijo han sido un obstáculo para su incorporación a la vida laboral. Ahora, cerca de los 50 años, se plantea acceder a algún tipo de formación para ampliar su horizonte profesional compatible con el cuidado de su hijo, dependiente en grado 2 nivel 1.