Prioro
Tradición, añoranza y relax se mezclan en estos meses
Esta pequeña población situada al norte de la provincia, cuenta con apróximadamente 350 habitantes en invierno. Sin embargo, llegando los meses de verano y, sobre todo en agosto ,llegan a sumar los 2.500, dato significativo si se tiene en cuenta que la inmensa mayoría de estos que habitan la localidad en verano son hijos del pueblo, ya que como afirmaban desde el Ayuntamiento, «Prioro no tiene ningún atractivo turístico, es la gente de aqui la que vuelve».
«Hay familias que en invierno conviven dos personas, y llegando estas fechas son 20 en la misma casa», tal y como afirmaba una vecina del pueblo.
La gente retorna a Prioro fundamentalmente de Madrid, Barcelona y Bilbao, «estos tres focos por igual», aseguraba Javier Sánchez paisano del municipio, quien además añadió que «también hay quien regresa de León, pero éstos en menor medida».
Todos los que se prestaron a dar su opinión sobre esta pequeña localidad leonesa coincidieron en que «Prioro se lleva muy dentro, es una localidad que imprime carácter y desde una visión económica esto es de gran importancia para la hostelería del pueblo».
Puede ser que las tradiciones hagan que los paisanos de Prioro se sigan identificando con su tierra «son parte de su vida», afirmaba Javier. Lo cierto es que desde el 26 de junio con la fiesta de la Transhumancia, año tras año, la localidad se prepara para pasar de un extremo a otro de invierno a verano.