Gallardón pideal PP respeto hacia el proceso interno que vive el PSOE

Cuando el Partido Popular de Madrid, casi al completo, estaba haciendo leña del árbol caído con la situación de Tomás Gómez, se alzó la voz de Alberto Ruiz-Gallardón. El alcalde de Madrid reclamó a los suyos que den a Trinidad Jiménez, posible aspirante a encabezar las listas socialistas a la presidencia de la Comunidad, el mismo trato respetuoso que ella empleó siempre con los populares mientras estuvo en el ayuntamiento ejerciendo la oposición.

Gallardón, cuyo enfrentamiento con la presidencia de la Comunidad, Esperanza Aguirre, es ya legendario, afeó así, aun sin citarla, la conducta de uno de sus consejeros. El responsable regional de Presidencia, Francisco Granados, se había referido con cierto desdén a la posible candidatura de la ministra de Sanidad a la presidencia autonómia. «Lo único que recuerdo -”dijo en alusión a su campaña a la alcaldía en el 2003-” es una chupa de cuero».

Candidata no «inédita». También se han lanzado los hombres de Aguirre a recordar que la de la predilecta de Zapatero no es una candidatura «inédita» sino testada ya y con poco éxito. Pero sobre todo hurgaron en la herida del secretario general del PSM. «Esta es la tan cacareada democracia interna del PSOE: Gómez era un invento de Zapatero al igual que Trinidad Jiménez, pero parece que ahora quiere distanciarse de sus errores», criticó el portavoz parlamentario, David Pérez.

Gallardón, en cambio, alegó que «no es el momento para aprovecharse de las circunstancias» sino el de hacer pedagogía de un comportamiento «ético».