El exceso de agua aplaza la puesta en marcha del plan de control de consumo
Una imagen del embalse de Luna colmado por el agua del deshielo y las lluvias durante la pasada prim
Los planes de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para controlar el consumo de agua de los regadíos leoneses han tenido que ser aplazados debido al exceso de agua que colma los embalses de la provincia. Además, las crecidas de los caudales fluviales durante los meses de primavera estorbaron la instalación de los contadores que la CHD tenía pensado estrenar para la campaña de este año. Algunos puntos en los que estaba previsto que los técnicos del organismo que gestiona los ríos de Castilla y León colocaran los dispositivos de medición de los caudales se inundaron y no se pudo proceder a su emplazamiento.
La CHD iba a colocar los instrumentos de control en los canales de toma de las comunidades de regantes de la provincia para evitar el gasto desmesurado de los recursos hídricos y evitar que las comunidades excedan las cuotas establecidas por el gestor del agua.
Las amenazas del organismo han quedado frustradas por el excelente año hidrológico que ha obligado a posponer las medidas a la próxima campaña y también ha influido en la variación de los planes de riego de los agricultores de la provincia.
Con estas acciones la CHD pretende que se reduzca el derroche de agua y se optimice el consumo general de las comunidades de regantes.
Evitar la retirada del agua. En los planes que maneja la CHD se incluye el realizar un mayor control de lo que se gasta en cada comunidad para evitar llegar a situaciones que pudieran saldarse con sanciones y con la retirada del agua por el incumplimiento reiterado de la normativa autonómica en materia de regadíos.
Sin embargo, la confederación no pudo prever que las abundantes precipitaciones del invierno elevaran las cotas de los embalses hasta los registros más altos de la Historia. El exceso obliga a la CHD a replantear la estrategia de aprovechamiento de los recursos hídricos y posponer la puesta en marcha de las medidas de control.
Ahora los agricultores tendrán que esperar a que empiece la próxima campaña de riego para ver si la CHD materializa las amenazas e instalar los contadores o si por el contrario decide diseñar otro sistema para controlar el consumo de la comunidades.