El Gobierno temió perderlos al ser decapitado el rehén francés

El Gobierno temió que todo su andamiaje diplomático y político para liberar a Vilalta y Pascual se viniera abajo entre el 22 y 24 de julio, cuando fracasó una operación franco-mauritana para liberar al rehén Michel Germaneau y los terroristas islamistas decapitaron al prisionero. El Ejecutivo vivió aquellos días «con muchísima tensión, con mucha preocupación», admitió hoy la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez, una de las personas que trabajó en la -˜cocina-™ de la operación para liberar a los dos cooperantes catalanes y que fue la representante del Gobierno que recibió a los cooperantes en Burkina Faso.

Otro momento «duro», aunque distinto, fue el de comunicar a la familia de Vilalta que estaba herido en la pierna por el tiroteo que se produjo durante la captura el 29 de noviembre.