Las vacaciones estivales reviven zonas deprimidas de la provincia
En los meses de verano muchos leoneses afincados en otros lugares de la península vuelven a la tierra para pasar las vacaciones y visitar a la familia. Junto a ellos muchos turistas eligen la provincia, caracterizada por su variada oferta medioambiental y cultural. El resultado es un aumento muy significativo de la población, sobre todo, en los núcleos con menos habitantes durante el resto del año, que ven duplicar e incluso triplicar el número de vecinos en agosto.
Los valores naturales de los municipios de la provincia son uno de los principales reclamos para los visitantes. En localidades como Posada de Valdeón el censo de 300 habitantes durante el invierno, pasa a 1.200 en el período estival. El pueblo se constituye como uno de los núcleos de turismo rural y vuelta de leoneses «emigrantes» en el norte de la provincia. Las masificaciones se intensifican los fines de semana, días especialmente propicios para practicar senderismo o acampar al aire libre. Ubicado en los Picos de Europa y la ruta del Cares, el municipio posee un entorno natural privilegiado que aprovechan hoteles y casas rurales.
No se trata de un caso excepcional en la provincia. Otras zonas como La Cabrera ven aumentar su población un 108% en los meses estivales. El entorno, casi olvidado en invierno, se convierte en un punto de encuentro en las calurosas tardes del verano. Además de los recursos medioambientales, la zona es un «museo» vivo de tradiciones, arquitectura rural y utensilios artesanales. Siguiendo el río Eria se llega a Truchas, capital administrativa de la Cabrera Alta. Los montes del Teleno a la derecha y los restos del antiguo castillo de Valdavido a la izquierda son más alicientes para visitar esta zona durante las vacaciones.
La pluralidad paisajística de la provincia permite que los visitantes puedan escoger los montes bajos, los ríos, el páramo o la montaña leonesa. La última opción también es elegida por numerosos turistas. La montaña de Riaño, con variadas ofertas de ocio, aumenta su población un 130% durante la época estival. Sin embargo, la parte occidental de la montaña ve disminuir ligeramente el número de vecinos.