«¿Por qué mi padre no está en casa para darme el beso de la noche?»
Un niño en la bocamina.
«Algunas batallas hay que ganarlas en silencio. Los niños y las gentes de nuestros pueblos sin alzar la voz, ni tirar una piedra, exigen lo que por derecho les corresponde. A quien corresponda debería poner todos los medios necesarios para lograr resolver el conflicto, pagar los salarios y la firma del Real Decreto, para que los mineros no tengan que estar cada cuatro días en la calle exigiendo lo que les corresponde». Así rezaba el comunicado que la Junta Vecinal de Tremor de Arriba difundió ayer a primer hora de la mañana, cuando un centenar de personas, la mayoría escolares se concentraron en la bocamina del pozo Casares en solidaridad con los encerrados.
El silencio ambiental, sin embargo, quedaba roto a voces por las leyendas de las pancartas que portaban muchos de los niños y niñas. «¿Por qué mi padre no está en casa para darme el beso de la noche?», interrogaba un pequeño de aspecto angelical a través de un pequeño cartón rotulado con esmero infantil.
«¿Por qué nuestros padres no están en casa? ¿Por que duermen en la mina fría y oscura?», insistía por partida doble un chico algo mayor que el primero sobre una cartulina negra como la antracita.
«¡Firma el decreto ya!», urgía una muchacha desde una especie de sábana blanca, tejida con sujeto elíptico y llamativas letras mayúsculas. Eran sólo un ejemplo de otras muchas misivas lanzadas al aire y marcadas todas ellas por el acento de la incomprensión.
Agonizando. El pedáneo de Tremor, Víctor Castro, recordó que el Plan del Carbón expirará en el año 2012 y que las cuencas del Bierzo agonizan bajo la incuria de la Administración.
«Falta año y medio para que se cumpla el plazo del Plan del Carbón y ya van varios incumplimientos por parte de las distintas administraciones, que dejen de pasarse la pelota unos a otros», comentaba irritado el presidente de la Junta Vecinal entre los concentrados.
Los escolares del Colegio Rural Agrupado (CRA) de Tremor de Arriba iniciaron así de una forma absolutamente inédita el curso académico. La concentración se inició hacia las diez de la mañana y se mantuvo hasta el mediodía