Los encerrados en el Pozo Casares recibirán hoy la visita del médico

Llevan ya ocho días bajo tierra en el fondo de la galería, y hoy, por prevención, un médico bajará al fondo del Pozo Casares de Tremor de Arriba (Igüeña) para hacerles un chequeo y ver cómo están de salud. Los trece mineros encerrados que trabajan para Viloria están bien físicamente, con mucho ánimo y con el aliento que desde el exterior -”desde la explanada de la mina-” le transmiten a través del telefonillo sus esposas, hijos y familiares.

El presidente del comité de empresa del Grupo Casares, Rubén Fernández, comentaba que siguen con la rutina de todos estos días, intentando no desorientarse en el interior, después de tantas horas sin ver el día y la noche.

Desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche, de forma ininterrumpida, permanecen concentrados a la entrada de la bocamina amigos y familiares. En la galería, los trece mineros siguen con atención las noticias del exterior, las movilizaciones de sus compañeros de tajo y esperan que pronto se resuelva el conflicto. Aunque, eso sí, si no es así, si no cobran las dos nóminas que les deben y se garantiza el futuro del carbón autóctono con la firma del famoso real decreto, seguirán allí «hasta caer enfermos».