Montilla ve insuficientes los «guiños bienintencionados» de Zapatero
Zapatero no tendrá fácil apaciguar las aguas de Cataluña. El presidente de la Generalitat, José Montilla, aprovechó ayer el acto de celebración de la Diada Nacional de Cataluña en Madrid para advertir al Gobierno de que los «guiños bienintencionados» no bastarán para resolver la «crisis político-institucional» abierta por la sentencia del Estatut. El aviso, realizado durante una recepción en la Residencia de Estudiantes, llega justo en el momento en el que el Gobierno y la Generalitat mantienen abierto un diálogo para tratar de sortear las limitaciones impuestas por el Tribunal Constitucional a la aplicación de determinados preceptos del marco estatutario catalán.
«Yerran quienes piensen que el malestar de Cataluña es coyuntural o pasajero -”insistió-”; llevo tres años advirtiendo de los riesgos de un sentimiento creciente de desafección». Fue el propio Montilla, sin embargo, quien en su reunión con Zapatero en La Moncloa este verano se negó a especificar qué es lo que pretendía obtener exactamente en las negociaciones que ahora mantiene con el Ejecutivo y se limitó a reclamar «gestos».
El líder del PSC aseguró que estas elecciones serán clave para «definir y defender» el tipo de relación que Cataluña quiere mantener con «el Estado español y con los demás pueblos de España». Y afirmó que su partido está por la unidad, pero aspira a una España que «sepa evolucionar institucionalmente» hacia el reconocimiento de su «realidad plurinacional».