Zapatero avisa de que no variará la política económica tras la huelga del 29
El presidente pide «el mismo respeto» para la reforma laboral que para la huelga general; los partidos de izquierda recuerdan que González y Aznar sí rectificaron
José Luis Rodríguez Zapatero demostró ayer en el Congreso que le incomoda debatir la reforma laboral con las formaciones de izquierda. El presidente del Ejecutivo, en respuesta a una pregunta del diputado de ICV, Joan Herrera, reiteró que el Gobierno seguirá adelante con la nueva normativa de trabajo pase lo que pase en la huelga general del 29 de septiembre. Y lo hará «por el bien del interés general», según apostilló.
Herrera tachó de «falta de respeto» esta negativa de Zapatero y, tras recordarle que en el 2004 llegó a La Moncloa «encaramado» en una movilización popular tras el 11-M, aseveró hasta los ex presidentes Felipe González y José María Aznar habían «rectificado» tras otras convocatorias similares. «Usted se ha quedado en buenas palabras y malos hechos», le espetó Herrera.
Zapatero, tras reiterar su «profundo respeto» a la decisión de los sindicatos, reclamó a Herrera el mismo respeto para la reforma laboral porque ha sido aprobada por la mayoría de la Cámara baja.
El presidente le soltó un «vaya tela» al diputado de ICV por aludir a González y Aznar y enfatizó la capacidad de diálogo de su Ejecutivo que ha pactado «veinte iniciativas» con los agentes sociales desde 2004. Una mano tendida que mantendrá después del 29-D, aunque advirtió de que cuando la situación es difícil y las medidas «duras» es «más complicado el acuerdo».
Al hilo de esta reflexión acotó que ni el PSOE ni la «mayoría de los ciudadanos» pueden estar «satisfechos» con un marco laboral que ha sido incapaz de reducir la tasa de paro en España. Animó a los detractores de la reforma laboral a «ver el resultado» del nuevo modelo.
La sesión de control al Gobierno también deparó el habitual cara a cara entre los dos primeros espadas de la política española. Mariano Rajoy reclamó a Zapatero que cumpla con lo aprobado en el Congreso y ponga en marcha una línea de crédito del ICO para que los ayuntamientos puedan acceder a créditos para hacer frente a sus pagos a pymes y proveedores. Zapatero contraatacó y exigió, una vez más, al líder del PP, que mostrase sus cartas y dejase claro que si él sacaría adelante esa línea de descuento, aunque aumente el déficit público.