España recuerda a Gibraltar que sobre soberanía sólo habla con Reino Unido
El PP ve «patética» la política exterior porque «todo el mundo se sube a las barbas»
El Gobierno recordó ayer al ministro principal de Gibraltar que las cuestiones de soberanía referidas a la colonia las negocia con el Reino Unido y no con él. La vicepresidenta primera exteriorizó así el malestar gubernamental por la decisión de Peter Caruana de suspender dos reuniones del foro tripartito, formado por España, Gibraltar y Reino Unido, por los últimos incidentes entre la Guardia Civil y la Policía del Peñón en aguas de Algeciras.
«No reconocemos aguas internacionales a Gibraltar», afirmó rotunda María Teresa Fernández de la Vega ante las pretensiones de las autoridades gibraltareñas de consagrar su soberanía sobre la franja marítima que circunda la colonia. En todo caso, agregó, ése es un asunto que no se debe tratar en el foro tripartito, que es un ámbito de cooperación y el Gobierno «lamenta que Caruana quiere introducir cuestiones de soberanía en el marco de este foro». Fernández de la Vega señaló tras la reunión del Consejo de Ministros que todo lo referido a autoridad sobre las aguas u otras cuestiones «se abordan exclusivamente en el ámbito bilateral entre España y Reino Unido».
La portavoz gubernamental explicó que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, conversó el jueves con su homólogo británico, William Hague, y acordaron seguir con el calendario previsto de celebrar una reunión entre ambos sobre Gibraltar antes de que acabe el año. En esa cita se podría entrar a analizar la soberanía de las aguas limítrofes con la colonia, pero no otro marco. El Gobierno de Londres defiende su soberanía sobre las millas náuticas que rodean Gibraltar.
El foro tripartito, explicó la vicepresidenta, es un espacio de «diálogo» entre los dos países y el Peñón que hasta ahora «ha funcionado de manera constructiva, en un clima de confianza mutua». Este foro fue creado en el 2004 para tratar asuntos de cooperación doméstica sin entrar en el fondo de la controversia colonial, y tanto los dos países como la colonia se han mostrado satisfechos de su funcionamiento.
La nueva controversia con Caruana demuestra, a juicio del líder de la oposición, que la política exterior del Gobierno de Zapatero es «patética». Mariano Rajoy señaló en su página que esa definición es aplicable a los derroteros que ha tomado la diplomacia de España con el Ejecutivo socialista. En la misma línea, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, señaló que este último incidente pone de manifiesto «la debilidad» de la política exterior del Gobierno.
La dirigente popular indicó que ahora es Gibraltar, pero la realidad es que «todo el mundo se está subiendo a las barbas» de España.
Sáenz de Santamaría señaló que otra prueba de la, a su juicio, endeblez diplomática es la actitud del presidente venezolano, Hugo Chávez, con los miembros de ETA que residen en su país. A todos ellos, reclamó, tiene que quedarles claro que España es «un país fuerte» que «va a defender sus propios intereses».