Boicot a Chaves en Sevilla

El vicepresidente tercero del gobierno, Manuel Chaves, aseguró ayer que los manifestantes que boicotearon el acto de inauguración de la restauración de la Plaza de España en Sevilla han elegido el «peor día» y, de esa forma, «restan legitimidad y credibilidad» a sus reivindicaciones. En declaraciones a los periodistas tras asistir al acto, Chaves señaló que hay «365 días al año para manifestar las reivindicaciones de los trabajadores y han escogido el peor día» porque era la «reinauguración de un monumento referente para todos los andaluces y los españoles».

Chaves añadió que «por muy legítimas que sean sus reivindicaciones, actos como este les restan legitimidad, credibilidad y pérdida de razón».

Con banderas de UGT. Más de un centenar de empleados públicos, mayoritariamente de la Agencia Andaluza de Agua boicotearon con gritos, abucheos y silbatos el acto. Chaves y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fueron recibidos nada más llegar con gritos de «fuera» y «Andalucía no se vende» por parte de funcionarios y empleados públicos, que portaban banderas de UGT y de plataformas en defensa del sector publico.

El alcalde Monteseirín lamentó que un colectivo haya querido «entorpecer» el desarrollo de un acto haciendo mucho ruido e impidiendo «el disfrute de la ceremonia» a una mayoría de personas que han asistido. El regidor le restó importancia y dijo que se han podido dar los discursos, aunque con mucho ruido de fondo, y además, hubo una buena respuesta de los ciudadanos, ya que muchas personas le han felicitado, tanto a él como a Chaves, por la recuperación de una «joya arquitectónica y sentimental de Sevilla».

Monteseirín indicó que «hay otras posibilidades de hacerse ver y oír sin tener que estropear un acto como éste».

Por su parte, la familia del arquitecto Aníbal González, autor de la Plaza de España de Sevilla, cree que el abucheo «no se debió realizar, por respeto al momento y cuando sonaba el himno nacional».