El Gobierno reconoce que España deja atrás la recesión y crece débilmente
Zapatero anticipa que el PIB podría presentar el primer crecimiento anual
La economía española deja atrás la recesión, pero el ritmo del crecimiento emprendido es débil. El Gobierno ya da por seguro que la actividad volvió a crecer, aunque muy poco, apenas una décima, en el tercer trimestre respecto al segundo, y confía en que también sea positiva la comparación de ese periodo con los meses de julio a septiembre del 2009. La dosis de optimismo la obtiene porque, pese al temido impacto de la subida del IVA sobre el consumo y las eventuales repercusiones de la crisis de la deuda soberana sobre la inversión, el Producto Interior Bruto habría registrado en ese periodo el primer crecimiento interanual tras siete trimestres de retroceso.
La cara sombría de la moneda la presentan las proyecciones a medio plazo: la recuperación es poco vigorosa y el empleo estable será lo último en salir adelante. España seguirá a la zaga de la zona euro y del conjunto de los países desarrollados, y llevará tiempo deshacerse de la lacra de las altas tasas de temporalidad y el elevado porcentaje de parados sobre la población activa.
José Luis Rodríguez Zapatero adelantó estas estimaciones en el Senado, anticipándose al análisis que el Banco de España dará a conocer en breve y al dato que debe proporcionar el Instituto Nacional de Estadística el 11 de noviembre, y que detallará una semana después. El jefe del Ejecutivo dijo atisbar «cierto cambio de tendencia» tras dos años muy difíciles, en respuesta a las acusaciones del senador popular Pío García Escudero, quien acusó al Gobierno de «machacar a la gente con una nueva agenda social que no consigue paliar la verdad», consistente en un fuerte crecimiento del paro de larga duración y un aumento del empleo temporal en el tercer trimestre.
Aunque Zapatero se revolvió contra estas afirmaciones, reconoció que llevará «mucho tiempo» reducir la tasa de paro a los niveles previos a la crisis, y llamó a realizar «un gran esfuerzo colectivo» para conseguirlo.
Javier Vallés, responsable de los informes que maneja el jefe del Ejecutivo, comentó que la brecha del consumo de los hogares en el tercer trimestre la salvaron el notable crecimiento de las exportaciones en un 14% y una llegada de turistas en plena temporada superior en 900.000 personas a lo inicialmente previsto. En consecuencia, el Producto Interior Bruto habría crecido en el tercer trimestre en una décima respecto al segundo. Entre julio y septiembre hubo una tasa positiva, aunque menor de las dos décimas del segundo trimestre respecto al primero, estimó.
El jefe de la oficina económica apuntó que el avance de la actividad en el 1,3% en el 2011 será compatible con una creación «aunque muy pequeña», de empleo, y la consiguiente reducción de la tasa de paro, siempre que la población activa siga estable.