Aguirre quiere que la familia del menor que hace grafitis pague los gastos

La presidenta regional, Esperanza Aguirre, aseguró ayer que la kale-borroka disminuyó drásticamente y hasta desapareció cuando se responsabilizó a los padres de lo que hacían sus hijos y que lo mismo se quiere conseguir en Madrid, obligando a las familias a pagar los daños que causen los menores.

Aguirre, que colocó ayer la primera piedra de un colegio concertado en San Martín de la Vega (Madrid), explicó así una de las novedades recogidas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de la Comunidad. Ese proyecto, según Aguirre, recoge «una petición muy atinada» del Ayuntamiento de Madrid y de otros municipios de la Comunidad, para que los padres de los menores sorprendidos haciendo pintadas o grafitis sean sus padres los que corran con los gastos ocasionados.