Geriatría aspira a un hospital de día, unidad de agudos y rehabilitación
La edad media de las personas que acuden al servicio de geriatría del Complejo Asistencial de León ronda ya los 85 años, un tiempo que según el responsable de este departamento sanitario, Javier Idoate, «ha aumentado considerablemente desde que se puso en marcha la consulta hace quince años».
Si antes ya eran considerados «viejos», ahora los pacientes de 70 años que acuden a este servicio «son nuestros jóvenes», apostilla. Y cada vez son más frecuentes los ingresos de pacientes muy ancianos, de 95 a 100 años. La geriatría nació en España como especialidad en los años 80 con la inquietud de ofrecer tratamiento específico a las personas mayores, a las muy ancianas.
Entre 800 y 900 consultas al año nuevas atienden los dos geriatras del hospital de referencia del área de salud de León. Además, realizan una media de 350 interconsultas hospitalarias a pacientes que ingresan por diversas patologías. En Ponferrada hay un especialista para la consulta del área de salud del Bierzo. A nivel privado concertado, la geriatria es uno de los servicios que más se ha reforzado en el Hospital San Juan de Dios de León que cuenta con un equipo de cuatro geriatras.
Las complicaciones de patologías crónicas que afectan a los vasos sanguíneos, como la diabetes y la hipertensión, las demencias, que van en aumento proporcional a la esperanza de vida, y las enfermedades osteoarticulares son las más que con mayor frecuencia se atienden en la consulta.
«A más años de vida se produce una mayor limitación funcional y la geriatría aporta una valoración multidimensional de los pacientes focalizada sobre la dependencia y la fragilidad», subraya Idoate.
El desarrollo de los servicios de geriatría no ha ido parejo al aumento de la demanda de consultas y atención específica de las personas mayores. De hecho, el programa de geriatría diseñado antes de que las competencias fueran traspasadas a las comunidades todavía no se ha desarrollado por completo.
«Faltan más recursos de apoyo domiciliario, para mantener el mayor tiempo posible a las personas en su domicilio y a nivel hospitalario unidades de agudos, de rehabilitación funcional y un hospital de día geriátrico», señala el geriatra. Todo ello coordinado por un equipo de evaluación y cuidados geriátricos.
Algo que, a corto plazo, no se vislumbra como factible por la situación económica actual, pero que se considera «imprescindible» a medio plazo ante las consecuencias del aumento de la esperanza de vida.
Actualmente, en Castilla y León el hospital público que más desarrollados tiene el servicio de geriatría es el de Segovia, sin llegar a contar aún con todos los recursos que se consideran idóneos para la atención a las personas más ancianas.
La tendencia a que el apoyo familiar vaya disminuyendo para atender a las personas mayores hará necesario, además, «aumentar los recursos destinados a minimizar las situaciones de dependencia» de manera similar a como se ha organizado en otros países europeos donde el colchón familiar ya no existe.