La consejera catalana de Justicia dudó de las consultas soberanistas

El calificativo de independiente se ajusta como anillo al dedo a la nueva consejera de Justicia de la Generalitat, Pilar Fernández Bozal. Como abogada jefe del Estado en Cataluña, su puesto antes de ingresar en el Gobierno de Artur Mas, esta letrada de 47 años se mostró como una firme defensora de la unidad de España, combatió las aventuras soberanistas a través de los referendos sobre la independencia y litigó diversas iniciativas aprobadas por el Parlament, como la ley de consultas. Bozal, que un día después de prometer su cargo ya recibió duras críticas de Esquerra Republicana y Solidaritat per la Independencia, redactó en el 2009 dos de los recursos que la Abogacía General del Estado presentó contra la consulta independentista de Arenys de Munt, la primera celebrada.

Bozal equiparó el hecho de que el Ayuntamiento de Arenys quisiera prestar sus locales para la celebración de la consulta con lo que hacen algunos consistorios vascos cuando «ceden las dependencias municipales para instalar la capilla ardiente de un etarra fallecido».