Cuando la droga alarmaba

La casa parroquial de Santibáñez del Toral, fría y de piedra, fue la primera comunidad terapéutica de Proyecto Hombre en España. El próximo 25 de febrero habrán pasado 25 años desde que llegaron los primeros usuarios a este caserón, entonces prácticamente en ruinas. Aquella primera generación de heroinómanos en proceso de rehabilitación dormía sobre el suelo en sacos de dormir, sin calefacción y con muy pocos recursos y experiencia en las terapias de desintoxicación. «La reina era la heroína y nadie la conocía. Había mucha alarma social y la gente estaba asustada, además de que era un asunto preferente en los medios de comunicación. El problema de hoy es que ya no somos noticia. Se ha perdido el respeto y se asocia la droga del momento, la cocaína, con el triunfador, mientras que la heroína parece que sigue siendo para el derrotado», critica Jorge Juan Peña, presidente de esta organización que ha atendido a más de 10.500 usuarios desde que existe. «La droga se ha normalizado, lo que hace más difícil atajar el problema». «La diferencia es que antes -"añade Peña-", un padre no sabía ni lo que era la droga y ahora un padre que fuma porros quiere que su hijo deje la cocaína». Explica el presidente de Proyecto Hombre que la crisis ha destapado a muchos drogodependientes: «Antes, como trabajaban y tenían dinero para consumir, daban por sentado que controlaban; ahora ya no tienen esa sensación porque, cuando no hay empleo, se dan cuenta de que podrían llegar a delinquir para mantener ese consumo».