Más de 20.000 usuarios entre los daños colaterales

La falta de actividad en la León-Valladolid tienen un doble agravante para los conductores que circulan N-601. Por una parte, los retrasos en la finalización de la infraestructura priva a los leoneses de una de las autovías más demandadas de la provincia. Por otra, las modificaciones realizadas en el trazado de las actuales carreteras para dar paso a la futura A-60 han añadido puntos problemáticos dónde antes había rectas.

Entre los kilómetros 318 y 319 de la N-601, entre Arcahueja y el Puente Villarente, el acceso a la futura A-60 ha obligado modificar el trazado, complicándolo con una sucesión de curvas, que complican gravemente la circulación. Ya se han producido accidentes en el entorno de esta modificación provisional, que no han dejado víctimas, pero que dan cuenta de lo peligroso de la situación. El intenso tráfico que registra esta carretera convierten esta zona en un nuevo punto problemático de la red de carreteras de la provincia. La N-601 es uno de los accesos a la capital con mayor afluencia de vehículos y la falta de soluciones a esta modificación suma críticas entre los residentes de las poblaciones cercanas y los trabajadores de la zona, que utilizan diariamente esta vía.

Puente Villarente. Otro de los puntos modificados para dar paso a la A-60 está en el kilómetro 2 de la CL-624, uno de los accesos al Puente Villarente y a la N-601. En el trazado original se han construido un paso elevado para salvar la futura A-60, que permanece cerrado. Para salvar el viaducto, se ha modificado el trazado de la CL 624 con dos curvas a cada extremo de la estructura.

Los alcaldes y vecinos de la zona ya han protestado por las molestias que causa el trazado provisional, que complican gravemente la circulación. Han pedido que se concluya el nuevo viaducto, que sigue el trazado original, y se eliminen la sucesión de curvas, que han convertido una recta en un peligroso zigzag.

Urgen al ministerio a que solucione prioritariamente la situación irregular de estos puntos porque temen que el aplazamiento de la apertura de la nueva autovía convierta en definitivas las curvas que nacieron como provisionales en mitad de rectas.

Las carreteras comarcales que atraviesa la autovía en los términos municipales de Villasabariego y Villaturiel también se han visto afectadas por las obras. Además de las modificaciones realizadas en las vías, los trabajos de la A-60 han obligado a realizar tareas extra como limpieza de carreteras o reasfaltado de algunas tramos en las viejas vías.

Las molestias a los usuarios de estas carreteras se acumulan sin que el ministerio de Fomento dé plazos reales de finalización de las obras. El ritmo fulgurante de las obras se ha frenado bruscamente y lo que era provisional corre el riego de convertirse en definitivo.