El capitán del «Alakrana» reconoce que no pudieron evitar el secuestro

El capitán del Alakrana , Iker Galbarriatu, aseguró ayer al tribunal que no tuvieron «capacidad de maniobra» para evitar el secuestro del barco a manos de los piratas somalíes. El testigo explicó que la mañana del 2 de octubre del 2009 vio acercarse dos embarcaciones mientras el atunero faenaba a 400 millas de la costa de Somalia. Los hombres iban armados y al aproximarse comenzaron a disparar desde los botes. «Como sabíamos lo que era», explicó el capitán en la Audiencia Nacional, «no nos quedó más remedio que dejar que nos abordasen».

El buque congelador tenía las redes echadas, lo que facilitó su apresamiento. Galbarriatu contó como una vez subidos los piratas a bordo comenzaron los golpes y las amenazas. Y en ese grupo distinguió a los dos acusados como integrantes del grupo, -˜Raageggesey-™ y Abdú Willy, para los que la Fiscalía reclama 220 años de prisión por 36 delitos de detención ilegal y robo con violencia y uso de armas.

El capitán relató que lo primero que hicieron los asaltantes fue llevarse el dinero de la caja fuerte («50.000 euros», según declaró el patrón Ricardo Blach) y después robaron los enseres personales de los tripulantes que estaban en los camarotes. Entre ellos la navaja de Albacete que requisaron los militares a los acusados cuando fueron detenidos en alta mar. Al igual que declararon sus compañeros, el episodio de la detención de los imputados y su posterior anuncio en los medios de comunicación alteró a los piratas.

La situación se convirtió en «algo insostenible, fue una noche muy dura, nos pegaron más de lo normal y nos amenazaron de muerte», aseguró al tribunal.

Además del capitán, ayer declararon los marineros Pablo Costa y José Carlos Meira. Ambos identificaron a los acusados y reiteraron el drama que vivieron durante 47 días, lo que les ha dejado secuelas psicológicas. «Nos hacinaron como animales», confesó Meira, engrasador del Alakrana . Hoy comparecerán dos nuevos tripulantes.