Los locales de toda la vida son ahora 'chinos'

La presencia comercial china en León se ha multiplicado en los últimos años. Sólo hay que recorrer la ciudad para comprobar el vertiginoso aumento de tiendas regentadas por la comunidad del país asiático, a la que poco a poco, de forma aún tímida, empiezan a sumarse negocios de hostelería.

En todos los barrios de la capital leonesa, los bazares se han convertido en el centro de compras para muchos leoneses, en una feroz competencia con las tiendas de toda la vida. Desde ropa a utensilios de cocina, pasando por material escolar, herramientas... de todo se puede encontrar en los populares «chinos», como se les conoce en la calle.

Algunos bazares, como el de la calle de la Rúa o el que existe en la calle principal del barrio del Crucero son ya unos clásicos, con casi una década abiertos al servicio de los leoneses. No son grandes ni pequeños. Lo que sí es verdad es que tienen de todo y abren hasta muy tarde, cuando el resto de tiendas de la zona están ya cerradas.

La novedad en los últimos tiempos está siendo la implantación de tiendas que parecen hipermercados. La primera se instaló en la calle José Aguado, en un antiguo almacén. El local cuenta con más de mil metros de superficie comercial. Tiendas de similar tamaño se han abierto en polígonos como el Portillo o la zona de Michaisa para hacerse también con el potencial de clientes que se trasladan desde los pueblos a la ciudad.

Esa competencia ya no es sólo con el comercio de toda la vida. Ahora empieza a existir una lucha comercial entre los propios chinos. Es lo que está pasando en la zona de la avenida de Nocedo. El bazar más antiguo, que llevaba más cinco años instalado, Cheng, Cheng, anuncia en unos grandes carteles que está liquidando. La razón oficial no existe, porque sus empleados no quieren decir nada, pero lo cierto es que en la misma avenida de Nocedo, un poco más arriba en dirección a la Universidad, hace poco más de un año abrieron otro «chino», llamado Casa Feliz, mucho más grande.

Contrariamente con lo que ha ocurrido con otras comunidades, como los colombianos o los marroquíes, los chinos apenas se relacionan con la sociedad leonesa, si bien en los últimos años han aparecido asociaciones que buscan estrechar lazos, como Mandarín. Esta asociación tiene entre sus objetivos la ayuda a empresas leonesas que quieren invertir en China, promover actos culturales que den a conocer las costumbres y la cultura de ambos países y la divulgación del idioma chino que cada vez tiene más seguidores.

Pese a esas reticencias de la comunidad china, que tiene un comportamiento muy parecido en todas las ciudades de España, en el último año algunos ciudadanos del gigante asiático han apostado por entrar en otros sectores, como la hostelería.

En León ya hay varios locales regentados por chinos, concretamente en la calle Maestro Nicolás o en Luis Almarcha, en el barrio del Ejido. En cambio, otra cafetería situada en Alvaro López Núñez tuvo que cerrar por falta de clientela.

Los estudios sobre el comercio chino en España son muy pocos. Uno de ellos está hecho por la Cámara de Comercio de Madrid. Según ese informe, en la capital de España residen más de 44.000 ciudadanos chinos, la mayoría dedicados a regentar bazares chinos.

Según datos de la Asociación Comerciantes Chinos en España (Acce), un 3% de los chinos residentes en España regenta un comercio textil, que da empleo a una media de cinco o seis trabajadores por punto de venta. La población china es, además, el colectivo inmigrante que más ha crecido en algunos comunidades, como Madrid. El polígono industrial Cobo Calleja, en el municipio de Fuenlabrada, es uno de los polos de concentración de empresarios y trabajadores chinos más activos en la región, junto con el distrito de Lavapiés en la capital.

El interés por China es cada vez mayor, y también en León pese a esa barrera infranqueable que parece existir. El Ayuntamiento de León busca ser sede en España de uno de los institutos Confucio, la versión china de los institutos Cervantes que existen en las grandes ciudades del mundo para divulgar el castellano.

Por otro lado, el Ayuntamiento de León ya ha anunciado que se hermanará con la ciudad china de Xiantang para asentar en la ciudad el instituto Confucio y convertir la capital en un «centro internacional de la cultura».

El Ayuntamiento de León ya ha ofrecido unos terrenos en el barrio de la Palomera, muy cerca del campus. La Universidad de León también ha mostrado un creciente interés por todo lo que tiene que ver con China. Aunque no se ha llevado a cabo, desde hace meses se prepara un viaje institucional desde León al gigante chino.