Gobierno y Fiscalía apelarána una sentencia del Supremo para cerrar el paso a Sortu
El tablero en el que se jugará el futuro electoral de Sortu ya está desplegado. Tiene 40 páginas y es la sentencia de la Sala Especial del Tribunal Supremo del 22 de mayo del 2007 que declaró «improcedente» la constitución de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB) y que denegó su inscripción en el registro de partidos del Ministerio del Interior al considerar a esa, entonces recién nacida, formación como una «continuación o sucesión del partido político declarado ilegal y disuelto Batasuna». Esa resolución es, en realidad, el único antecedente judicial exacto del proceso que ahora está por comenzar y cuyo desenlace, a pesar de conocer el campo de batalla, nadie en el Ejecutivo y ni en la judicatura se atreve a vaticinar.
Responsables de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado desvelan cómo será todo el proceso a seguir contra la nueva formación. Interior ni siquiera va a agotar los 20 días que le da el artículo 4 de la Ley de Partidos. Antes denegará de manera cautelar la inscripción de Sortu en el registro al entender que, más allá de los impolutos estatutos, la formación es un sucedáneo de Batasuna. Será entonces cuando dé traslado oficial de los estatutos -”oficiosamente los conocen desde el miércoles-” a Justicia y al Ministerio Público. A esos documentos se unirá la decena larga de informes de los servicios de Información de la Policía y la Guardia Civil elaborados desde julio hasta ahora, incluidos al menos dos nuevos atestados sobre la presentación del partido el lunes en Bilbao y de la rueda de prensa de sus promotores el miércoles en Madrid y en la que los dirigentes de Sortu eludieron pedirle a ETA su desaparición y condenar sus asesinatos. Y, a partir de ahí, los técnicos del Gobierno y de la Fiscalía tiene previsto calcar buena parte de las impugnaciones que hicieron entonces contra ASB, el primero de los dos intentos de Batasuna por estar en las municipales hace cuatro años.