Las ventas son estables, pese a oscilaciones en el último lustro
El consejo regulador de la IGP Cecina de León está compuesto por 22 empresas, la última de las cuales, Embutidos Geal, con sede en Ferral del Bernesga, se incorporó a la entidad el pasado mes de enero. El número de componentes del consejo prácticamente no ha variado en la última década, siempre se ha movido en torno a la veintena, y se han ido supliendo los abandonos de determinadas firmas con las entradas de otras nuevas. La fabricación de Cecina de León da empleo en la provincia a más de ciento cincuenta personas.
Lo que sí ha oscilado en los últimos años han sido las ventas de este producto amparado, aunque para situarse el año pasado en cifras próximas a las del 2007. El consejo colocó en el mercado en ese año cerca de ochenta y ocho mil piezas, después de haber vendido el anterior 85.000. En los años 2008 y 2009, como muchos otros sectores, el consejo regulador de la Cecina de León se vio afectado por la crisis, entre otros condicionantes, y llegó a vender, respectivamente, 77.000 y 75.000 unidades de este producto amparado. La cifra se recuperó en el 2010, año en que aumentaron un 17% las ventas respecto al 2009, hasta alcanzar las noventa mil piezas anuales. La directora técnico del consejo, Raquel Factor, pidió cautela con respecto a este balance, que no quiso interpretar como una recuperación del sector: «Los datos son solo datos, tal vez este año 2011 desciendan las ventas, tal vez se fabriquen menos unidades porque había más en las fábricas... Eso es algo que no se puede prever. No se sabe lo que producirá cada asociado». Factor también matizó que «la producción de Cecina de León es muy cíclica, porque las piezas tardan mucho en curarse. Lo lógico sería que creciese todos los años pero el largo proceso de elaboración hace difícil prever las ventas».
También en los últimos cuatro años han variado las exportaciones de este salazón amparado, pero de manera ligera: de un 10% a un 12% de la producción total aproximadamente, calculó Factor, que apuntó que a ello ha ayudado la participación de la entidad en las misiones comerciales auspiciadas por la Junta en el extranjero. Los principales países receptores de este salazón de calidad pertenecen a la Unión Europea, como es el caso de Francia, Italia o Reino Unido, mercados que plantean menos dificultades en materia sanitaria a la hora de la recepción de este tipo de productos.
En los últimos años alguna empresa del consejo, es el caso de Cecinas Nieto, ha intentado abordar el mercado árabe, por considerar interesante un escenario en el que, por motivos religiosos, está prohibido el consumo de carne de cerdo y sus derivados. La citada firma llegó a obtener el certificado Halal, un aval que acredita sus productos como aptos para quienes practican la religión de Mahoma, un paso previo obligatorio para comercializar su oferta en estos países. «Tenemos constancia de que los Emiratos Árabes o Libia están interesados en la Cecina de León, pero es complicado formalizar acuerdos comerciales porque son mercados muy cambiantes. En un momento determinado están abiertos y quizás al cabo de unos meses ha habido algún cambio y la documentación y tramitación que se requería en un principio ha variado», explicó Factor. La directora técnico indicó también que los intercambios comerciales en países árabes están condicionados por cuestiones como las medidas sanitarias y los aranceles.