El Gobierno recupera una medida usada ya en 1973 para poder ahorrar 1.560 millones
Desde el 7 de marzo la velocidad máxima a la que se podrá circular por autopistas y autovías españolas será de 110 kilómetros hora, frente a los 120 km/h que rigen en la actualidad. El Gobierno ha adoptado esta medida, no utilizada desde la crisis petrolera de 1973, con carácter temporal para impulsar el ahorro energético. También de forma transitoria ha impuesto una rebaja del 5% en los billetes y abonos de Renfe en los tráficos de cercanías y media distancia -”que no se aplicará a los de larga y alta velocidad-” con el propósito de combatir las consecuencias económicas de la escalada del precio del crudo, que en una semana ha escalado hasta los 120 dólares el barril, para situarse en el entorno de los 112 dólares este viernes. En lo que más directamente afecta al bolsillo, gasolinas y gasóleos rozan sus máximos históricos.
Las dos medidas se mantendrán mientras duren las tensiones en el norte de África, y a ellas se añade, con intención de permanencia, la obligación de incorporar a gasolinas y gasóleos un 7% de biodiesel, cuando el porcentaje actual se limita al 5,8%. El Ministerio de Industria calcula que la rebaja del límite de velocidad supondrá un ahorro de 18 millones de barriles de petróleo al año, lo que equivale, con los actuales precios, a 1.400 millones de euros. Aumentar el porcentaje de biodiesel ahorrará otros 2 millones de barriles/año, lo que supone unos 160 millones de euros.
A este primer paquete de iniciativas de ahorro energético, adoptado por el Consejo de Ministros y presentado por el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba, seguirán las medidas que el responsable de Industria, Miguel Sebastián, pueda concertar con la Federación Española de Municipios y Provincias durante la próxima semana, que harán referencia a la iluminación de los edificios públicos y el ahorro en las administraciones.
También se intensificará el seguimiento de los precios que aplican las empresas distribuidoras de carburantes, y los márgenes que obtienen.
El conjunto de propuestas lo aprobará el Gabinete el día 4 de marzo, pero la necesidad de adecuar una serie de normas como el reglamento general de circulación, o de proceder al cambio en las señales, radares y paneles, ha llevado a anticipar tres de ellas. Se modificarán, anunció el vicepresidente, el sistema de multas y las señales de tráfico, pero no el sistema de puntos, porque la medida no se ha tomado para mejorar la seguridad vial, sino para potenciar el ahorro energético.
Puesto que se trata de una iniciativa temporal, se optará por las fórmulas que permitan un cambio de las señales lo más barato posible, dijo Rubalcaba. Aseguró que los costes de adaptación de los indicadores de tráfico no se comerán el ahorro generado, que puede ser equivalente a una proporción entre el 5% y el 10% en el consumo total de energía, según estudios del Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético.
En los presupuestos de los hogares, el descenso de la velocidad máxima puede permitir a cada vehículo economizar hasta un 15% en su consumo de gasolina y un 11% si tiene motor diesel. Como es lógico, el ahorro individual estará en función del tipo de trayectos realizados.
Ayuntamientos y comunidades autónomas dispondrán de plena autonomía para aplicar sus propias medidas de ahorro energético, aseguró el vicepresidente primero del Gobierno.
Rubalcaba insistió en que las revueltas y tensiones del norte de África «no plantean un problema de suministro», pero se impone hacer frente a las repercusiones de la escalada de la cotización del crudo en los bolsillos de todos. «Cada diez dólares que sube el barril de petróleo la factura energética de España se encarece en 6.000 millones de euros, un billón de pesetas, para entendernos», insistió.