Ruz busca pruebas para imputar por el chivatazo a otro mando de Interior
La investigación señala al comisario que dirigía la operación en suelo francés
Pablo Ruz, el instructor del chivatazo a ETA, no ha viajado únicamente esta semana a París para entrevistarse con la juez antiterrorista Laurence Levert para aclarar por qué las autoridades galas abortaron la operación contra el aparato de extorsión de la banda en mayo del 2006. El magistrado español también interrogó, en presencia de Levert, a mandos de la lucha antiterrorista franceses. Busca indicios de que éstos fueran presionados por responsables policiales españoles para frenar un operativo que podía poner en riesgo las negociaciones abiertas entonces con la organización armada. Y en el punto de mira de esa nueva línea de investigación está un nuevo alto mando de la lucha antiterrorista del Ministerio del Interior, según responsables judiciales y policiales. Se trata de Alberto L, el comisario de la Unidad Central de Información de la Policía, que por entonces era el jefe de la brigada antiterrorista española establecida en Francia.
Los máximos jefes policiales galos aseguraron el lunes a Ruz que no recibieron ningún tipo de petición o instrucción de sus colegas españoles en Francia para que no actuaran contra los recaudadores de ETA. No obstante, el equipo de investigación del chivatazo que lidera Carlos Germán, y al que el juez acaba de ratificar y dar todo tipo de crédito, insiste en sus nuevos informes en que Alberto L. puede estar implicado directamente en el soplo.
16 llamadas el día del chivatazo. Germán y los suyos apuntan al comisario basándose particularmente en su inexplicable y abundante tráfico de llamadas con el jefe superior de policía del País Vasco e imputado, Enrique Pamiés, con quien habló hasta en 16 ocasiones en los días del chivatazo, a pesar de que no tenía ninguna dependencia «orgánica o funcional» con éste último. Por el contrario, no se aprecia ninguna llamada en ese período a los que sí eran sus superiores: los comisarios jefe y general de Información.
Los atestados relatan que estuvo en contacto directo con Pamiés desde el momento preciso en el jefe de la policía en Euskadi fue informado de que se había descubierto una delación policial. Es más, su reacción inmediata tras recibir nuevas informaciones sobre el operativo era siempre llamar a Alberto L. Sólo entre las 13:21 horas de 4 de mayo del 2006 (momento en el que el dueño del bar Faisán se desplaza a Francia supuestamente para entregar dinero del impuesto revolucionario tras recibir el chivatazo) y las 16:31 horas (cuando regresa a España sin ser detenido) habló seis veces con Pamiés.
Otro hecho llamativo es que el jefe de la brigada antiterrorista en Francia estaba en Bayona en los días previos y la noche anterior cenó con el jefe policial francés.