Emiratos Árabes capitalizará una caja con 150 millones, pero no se sabe cuál
José Luis Rodríguez Zapatero culminó ayer su mini gira por el Golfo Pérsico con un nuevo pellizco para las cajas de ahorro. Emiratos Árabes se ha comprometido a hacer una primera aportación de 150 millones de euros a una de las entidades financieras necesitadas de capitalización, aunque no trascendió el nombre de la beneficiaria. El Gobierno no descarta más inyecciones de los fondos soberanos emiratíes en un futuro próximo. La escala en Abu Dhabi y Dubai, los dos estados más importantes de Emiratos, no buscaba llevarse fondos en la misma medida que la visita del lunes a Catar. Entre otras cosas, señalan fuentes cercanas al presidente del Gobierno, porque el país ya fue el principal inversor de España en los dos últimos años; fundamentalmente, por la compra de Cepsa, de la que posee más del 90%.Pero ese dato no es óbice para que Zapatero destacara el «marcado contenido económico» y de colaboración en el campo de las investigación científica
El Gobierno no intervendrá en la inversión árabe. La vicepresidente segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, recordó ayer que dependerá de los fondos soberanos árabes que han anunciado inversiones en cajas españolas elegir las entidades que recapitalizarán, y de éstas aceptar, si lo consideran oportuno, sus inyecciones dinerarias.
En rueda de prensa para presentar los datos de ejecución presupuestaria del 2010, Salgado se refirió al anuncio de Emiratos Árabes Unidos y Catar de que participarán en la capitalización de las cajas de ahorros españolas, con inversiones, ampliables, de 150 y 300 millones, respectivamente.
«Será decisión del fondo de inversión ofrecer esas cantidades, y de esa entidad aceptarlas», dijo Salgado, quien, en lo que concierne al Gobierno, se limitó a recordar las exigencias de capital básico a las entidades en función de criterios como la presencia de inversores privados. Según el decreto el Gobierno exigirá un nivel mínimo de capital básico, de máxima calidad, técnicamente conocido como «core capital», de al menos el 10% de sus activos ponderados por riesgo.