Diario de León

La corrupción como arma arrojadiza

Zapatero charla con una ujier del Congreso antes del comienzo de la sesión de control al Ejecutivo.

Zapatero charla con una ujier del Congreso antes del comienzo de la sesión de control al Ejecutivo.

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a. torices | madrid
León

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Socialistas y populares han encontrado la fórmula para que los casos de corrupción que salpican a sus partidos terminen en un empate infinito. Cuando desde el PP se reclaman dimisiones por el fraude de los ERE de Andalucía desde las filas del PSOE se contesta que con qué legitimidad exigen nada cuando no han sido ni son capaces de asumir responsabilidades políticas por el caso Gürtel. El duelo parlamentario termina en tablas, pero con las bancadas de los dos grandes partidos encendidas por el efecto del ventilador.

El último capítulo de este serial se vio ayer en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, cuando los diputados del PP, un miércoles más, volvieron a reclamar la dimisión del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, por su supuesta implicación en el escándalo de las prejubilaciones fraudulentas que se investigan en Andalucía. Las intervenciones de Juan Manuel Moreno y de Ricardo Tarno concluyeron con una coletilla similar al «¡Váyase, señor González!» de José María Aznar. «¡Váyase o tendrá que irse!», «si le queda algo de dignidad, ¡márchese!», reclamaron desde sus escaños al ex presidente andaluz.

La defensa de Chaves tuvo dos partes. La primera, el supuesto fraude generalizado en que el PP quiere convertir el caso de los ERE irregulares es «una difamación» y «una mentira», ya que el asunto se limita a unas 140 ayudas fraudulentas frente a 5.273 prejubilaciones facilitadas con dinero público auténticas y correctas. La segunda, cómo se atreven los populares a exigir su dimisión o la del actual presidente andaluz, Griñán, porque la jueza haya imputado a un ex consejero de Empleo de esta autonomía. El vicepresidente cree que estas reclamaciones no son más que el uso de «una doble vara de medir» de la «hipocresía» por un partido en el que no han dimitido ni Esperanza Aguirre ni Francisco Camps.

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