Una sala «con un puntín que otros teatros de León no tienen»
Redactor del proyecto y director de la obra, Andrés Lozano comparaba la inauguración del teatro al final «de una faena para el torero, en una corrida larga, muy larga, después de años de una obra que se paralizó por dificultades económicas. Por decirlo de una manera sencilla, pasados seis días que la reina inauguró el Teatro Bergidum de Ponferrada me llamaron del Ayuntamiento de La Bañeza. Verlo acabado y rematado es una satisfacción íntima enorme, difícil de explicar».
Desde el punto de vista arquitectónico, Lozano explicó que, por azar, «me ha tocado rehabilitar dos obras de Sanz, pero al revés. Sanz construyó en los años 20 el Pérez Alonso y en los 40 el Bergidum. A mí me tocó primero acometer a restauración del de Ponferrada y, tras conocer mucho mejor los criterios constructivos de Sanz, acometí esta obra que es mucho más figurativa», es decir, que «todavía conserva elementos como las dos herraduras de los anfiteatros, que son hijas de los teatros de planta italiana, aunque, en este caso, la sala es una caja. Pero tiene esas reminiscencias y todavía el arquitecto hace esa herradura en el borde que tenían los teatros del siglo XVIII y XIX. Tiene ese puntín que otros teatros de la provincia no tienen, que ya van camino de la arquitectura moderna». Por otra parte, señaló que el Emperador de León y el teatro municipal bañezano «son las dos salas de mayor capacidad que existen ahora en la provincia».
Desde que hace catorce años mantuviese los primeros contactos con el Ayuntamiento de La Bañeza sobre las posibilidades de acometer la ampliación y rehabilitación, Lozano ha llegado a dudar en alguna ocasión de que se terminase la obra, más aún viendo «inacabadas algunas de culturas milenarias». La clave para finalizar la obra reside en «los vaivenes políticos. En un momento determinado surge la oportunidad de encontrar financiación para que esto se termine, porque, con fondos municipales, era imposible finalizar la obra».
Dos exalcaldes en la platea. En el acto de inauguración, entre las personalidades presentes, se encontraban los ex alcaldes Santiago Sevilla y Emilio de la Mata, ambos retirados ya de la política municipal, que pasaron como dos bañezanos más por el patio de butacas. Fue en el año 1996, bajo el mandato de Sevilla, cuando el Pleno bañezano aprobó la compra del Teatro Pérez Alonso.