El Gobierno obvia la 'oferta' para una verificación del alto el fuego

La respuesta fue la no respuesta. El Gobierno obvió absolutamente la oferta de ETA de aceptar una verificación «no formal» de su alto el fuego. Responsables del Ejecutivo, que no vieron ninguna novedad en un comunicado en el que la banda sólo pretende «acrecentar su victimismo», insistieron en que la única verificación posible es la que pueden hacer las Fuerzas Seguridad del Estado y rechazaron incluso especular sobre lo que los terroristas entienden por una verificación «informal» de su tregua. Sólo los ministros de Justicia y de la Presidencia se refirieron al comunicado pero, ni mucho menos, para responder a la banda. Ramón Jaúregui , que reconoció no entender que significa lo de la «verificación informal», exigió a los terroristas que el cese de la violencia sea «para siempre». Eso sí, encontró un aspecto positivo a la declaración publicada por Gara: «ETA no tiene voluntad de atentar, por lo menos temporalmente».

Francisco Caamaño, por su parte, recordó que el único comunicado que el Gobierno espera de los terroristas es en el que la banda anuncie el abandono definitivo de las armas. Entre tanto eso no suceda, «detrás de ellos estarán los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para colocarlos en el lugar que se merecen, es decir, en la cárcel».

Desde el Partido Popular, su secretaria general, Dolores de Cospedal, advirtió a la banda de que «la única verificación que vale es que ETA se disuelva». «No hace falta verificaciones de nadie de fuera de España porque estamos en un país democrático y solvente», explicó De Cospedal.