San Isidoro, escaparate de las calefacciones de biomasa
La Colegiata de San Isidoro se ha convertido en un ejemplo a nivel nacional de las posibilidades de la biomasa como fuente energética para producir calor y agua caliente.
El monumento románico tuvo muchos años calefacción de carbón. Además de deteriorarse los conductos con el tiempo, era un sistema que generaba suciedad y daños al medioambiente por las emisiones de CO2.
Hace dos años se decidió cambiar la caldera e instalar un nuevo sistema de distribución. Las ventajas, según el Ente Regional de la Energía de Castilla y León (Eren), que fue el organismo que convenció al Cabildo, son muchas. Desde el ahorro de combustible respecto al carbón al coste económico final. Aunque no lo diga el Eren, otra consecuencia positiva es que los felibreses pueden escuchar misa sin el característico frío de las iglesias de León gracias a un novedoso sistema adaptado a los bancos. En mayo del año pasado, el Cabildo y el Eren recibieron el Premio Bioenergía por su puesta en marcha.
Otro proyecto interesante se ha puesto en marcha en Tabuyo del Monte en una empresa de mujeres. El plan autonómico pretende impulsar la instalación tanto en viviendas privadas como en edificios públicos.