Los barones apuestan por el silencio
Los candidatos territoriales reclaman al partido que cese el ruido sucesorio y que se concentre toda su energía en la campaña para evitar una derrota el 22 de mayo en la elecciones municipales y autonómicas
Los barones socialistas salieron de la reunión del Comité Federal con un mensaje único. Después de que José Luis Rodríguez Zapatero despejase su incógnita ya no existe motivo para que continúe el guiriguay desatado por la apertura de un hipotético proceso de sucesión del líder, ahora real por la decisión del secretario general. Creen liquidadas las incertidumbres que han convulsionado y desgastado al PSOE y que, a casi un año de las generales, no urge abordar el debate del sustituto. Dicen que el ruido interno debe acabar hasta que se celebren las elecciones del 22 de mayo.
El presidente del Congreso, José Bono, perdió en el 2000 la pugna por el liderazgo del PSOE con Zapatero, pero en las últimas semanas se ha convertido en uno de sus más asiduos confidentes. El papel de Bono ante unas primarias socialistas es una incógnita que él mismo prefirió no despejar ayer. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Lara estaba contento. Es uno de los barones que con más insistencia reclamó en público a Zapatero que despejase la incógnita sobre su candidatura en 2012 antes de las elecciones locales, para evitar que el PP las convirtiese en un plebiscito sobre su persona. Su favorito en las primarias, Rubalcaba, no es ningún secreto.
El más contento. Sin embargo, quien más contento salió del Comité Federal fue el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y candidato a la reelección. Ha sido el Pepito Grillo de Zapatero desde hace meses y, sin temor a los rapapolvos del aparato, que le echado varios, reclamaba al secretario general que dijese ya si iba a repetir o no como candidato. El presidente de Andalucía, José Antonio Griñán, fue el primero en hablar tras el discurso de Zapatero y lo hizo para mostrar su respeto por la decisión del secretario general, aunque aclaró que a él le hubiese gustado que el presidente repitiese como candidato socialista en 2012, porque cree que aún hoy es el mejor.
El lendakari y líder de los socialistas vascos, Patxi López, defendió que ahora que Zapatero ha hecho el sacrificio personal y ha despejado la incógnita, todo el partido unido debe guardar silencio sobre la sucesión y concentrarse en ganar las elecciones locales de mayo. Volver antes del 23 de mayo al ruido de la sucesión sería «traición» opinó. Sobre el futuro candidato indicó que «lo mejor para el partido es lo que suma y lo que no divide», con una posible alusión a un Rubalcaba, su favorito, apoyado por una amplia mayoría sin necesidad de primarias. El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, exigió primarias para nombrar al candidato sí o sí, porque describió el procedimiento como «una fábrica de liderazgo». Gómez, que aún no ha apostado en público por candidato alguno, y que lleva a sus mítines tanto a Rubalcaba como a Chacón, lo que sí descartó ayer son los rumores que le citan a él como posible aspirante.
Desde Cataluña. El líder de los socialistas catalanes y expresidente de la Generalitat, José Montilla, era de los que no creía urgente un pronunciamiento de Zapatero, pero, en cualquier caso, respeta lo ocurrido ayer y cree que con su decisión «se cierra una etapa de incertidumbre» que espera que dé paso a otra caracterizada por la «unidad, lealtad y cohesión». Jorge Alarte, el aspirante socialista a presidir la Generalitat valenciana, señaló que Zapatero ya ha cumplido, ha hecho lo que muchos en el partido le reclamaban, y pidió que desde ahora y hasta después de las municipales que «nadie desvíe la atención y que nadie descentre el debate» sobre los comicios.
El exlíder de los socialistas extremeños, Juan Carlos R. ibarra, todavía un referente para muchos de los integrantes de la vieja guardia del partido, fue muy crítico durante su intervención en la ejecutiva porque cree un error que Zapatero haya desvelado antes de las elecciones locales no intención de no repetir como candidato en el 2012. Está convencido de que la campaña electoral tendrá que convivir en el PSOE con la continuación del debate de la sucesión, desde ahora sobre los candidatos a sustituir al secretario general.