El PP reclama ahora más que nunca las elecciones anticipadas
Los populares redoblarán su férreo marcaje a Rubalcaba
La principal incógnita ha quedado resuelta, pero el PP no concibe otro resultado para la ecuación que no sea adelantar las elecciones generales, previstas para marzo del 2012. Mariano Rajoy se pasó más de media legislatura convencido de que José Luis Rodríguez Zapatero sería, por tercera vez consecutiva, su rival en las urnas. El pasado diciembre, sin embargo, cambió de parecer. ¿El motivo? Rajoy habría conocido de primera mano el compromiso que el jefe del Ejecutivo adquirió con su familia de que sólo permanecería ocho años en la Moncloa.
Tanto el líder del PP como el resto de la cúpula del partido se han afanado en transmitir en público la opinión de que daba igual que se presentase Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono o Carmen Chacón, porque el «mayoritario» deseo de cambio que mostraban las encuestas daba ventaja a Rajoy sobre cualquiera. En privado, sin embargo, reconocen que no iba a ser lo mismo un «amortizado» presidente del Gobierno que otro rival al que sólo se le pudiera acusar de ser «cooperador necesario» de las políticas de Zapatero.
Por lo tanto, no se puede decir que haya pillado por sorpresa a los populares el anuncio del secretario general del PSOE, pero sí les ha desconcertado el momento elegido. Que el partido que sustenta al Gobierno abra el debate sucesorio de su líder a poco más de un mes de los comicios municipales y autonómicos supone, a priori, una ventaja añadida por el previsible tumulto en las filas socialistas. Sin embargo, fuentes de la dirección nacional del PP reconocen que deberán variar parte de la estrategia programada para estos comicios. Vincular a los candidatos a alcaldes y presidentes autonómicos con las políticas pasadas, presentes y futuras de Zapatero se antoja estéril, porque Zapatero ya no será cabeza de cartel en el 2012.
1397124194 Reclamo. Los dirigentes de la formación de centroderecha que tenían programados actos ayer se han lanzado en tropel a reclamar las elecciones anticipadas. La de María Dolores de Cospedal ha sido la voz de mayor rango de las que se han oído. Rajoy se tomó libre el fin de semana. La secretaria general retó a los dirigentes socialistas a que, si piensan que lo mejor para el partido es que Zapatero dé un pasado atrás, dejen «al pueblo que decida» que es lo mejor para España convocando elecciones generales anticipadas.
Los populares abogan, de momento, por redoblar el ya férreo marcaje que dispensa a Alfredo Pérez Rubalcaba, el socialista que ven con más papeletas para sustituir a Zapatero. La corriente más moderada del PP apunta la conveniencia de arriar poco a poco la vela de las actas de ETA y centrarse en el caso del bar Faisán como instrumento más eficaz para erosionar las aspiraciones de un rival que, según las encuestas.