Diario de León

Chacón no dirá hasta después de las elecciones si aspira a ser candidata

Se cumple el pacto de silencio sobre las primarias y Fernández Vara se descarta

Pajín, Fernández Vara y Chacón participaron ayer en un desayuno informativo

Pajín, Fernández Vara y Chacón participaron ayer en un desayuno informativo

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alfonso torices | madrid
León

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Los dirigentes del PSOE cumplen a rajatabla el pacto de silencio reclamado el sábado por José Luis Rodríguez Zapatero, el día que anunció que no se presentará a la reelección y cuando pidió al partido que se olvide de las primarias para elegir a su sucesor hasta después de las elecciones del 22 de mayo. Silencio de los dirigentes, ni media palabra entre los barones territoriales y hermetismo entre los teóricos aspirantes a ser el candidato socialista en las elecciones generales de 2012.

Si quien suena como favorito, el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondió el martes con un «el 24, 25 ó 26 (de mayo) contesto a todo» a la pregunta de si aspira a ser el próximo candidato del PSOE, su previsible rival en la competición, la ministra de Defensa, Carme Chacón, hizo ayer lo propio. «Hasta el día 23 no voy a decir nada», señaló como única respuesta en el primer acto público en el que pudo ser interrogada tras el anuncio del presidente del Gobierno.

La ministra cumplió el pacto, pero también fue el centro de todos los flashes cuando entró junto a Guillermo Fernández Vara en el salón de un hotel madrileño donde el presidente extremeño, uno de los barones socialistas con mayor peso y que más reclamó a Zapatero que desvelase sus planes, protagonizó una charla coloquio. Chacón y la ministra de Sanidad, Leire Pajín, fueron los únicos miembros del Gobierno que asistieron.

Fernández Vara, pese a ser un seguidor confeso del ministro del Interior, decidió mantener la discreción, como en horas previas hicieron otros pesos pesados del PSOE. Eludió ratificar las declaraciones en las que dijo que si Zapatero no repetía él sólo tenía tres candidatos, «Alfredo, Pérez y Rubalcaba», y aseguró que «sería ir contra» sus propias palabras «si ahora abriésemos nuevos debates que hiciesen que los ciudadanos se centrasen en hablar de candidatos y no de elecciones». Aludía así al hecho de que fue él, junto a Barreda, quienes más apretaron a Zapatero para que hiciera públicos sus planes antes del 22 de mayo, con el argumento de evitar que durante la campaña no hubiese forma de debatir más que de la sucesión socialista.

El presidente extremeño lo que sí hizo fue seguir los pasos del líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y del ex responsable de la diplomacia europea, Javier Solana, y descartó de manera rotunda que él vaya a ser uno de los dirigentes que este verano compita en las primarias. El barón, que aspira a la reelección en mayo, declaró que tiene «un firme compromiso con Extremadura» y añadió que, además, cuando deje de presidir esa comunidad se retirará de la política para dedicar más tiempo a su familia.

Quien reflexiona también sobre el futuro es José Blanco. El titular de Fomento y número dos del PSOE reconoció ayer en una entrevista en TVE que se siente como un «huérfano» político tras la renuncia de Zapatero, con quien forma tándem desde hace 11 años.

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