Villaquilambre, el paradigma de una ciudad con espíritu joven

Respaldado por la contundencia de datos como haber sido en 1999 el municipio de mayor crecimiento de España y haber duplicado su población en la última década, Villaquilambre rompe con creces con la tendencia generalizada en la provincia del envejecimiento poblacional que está convirtiendo los parques en zonas de paseo y bancos con áreas de juegos en desuso. En el 2010, el número de menores de entre 0 y 4 años triplicó al de habitantes de entre 65 y 69 años, unos datos que reflejan el fuerte crecimiento que ha experimentado el municipio, que se dispara con respecto de los otros cinco que se encuentran en las mismas circunstancias. La explicación, según la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Villaquilambre, Pilar Reguera, viene motivada por «la proximidad que tenemos a León y las buenas comunicaciones, que hacen muy fácil el acceso a la capital». Reguero destaca como claves del «boom» infantil la disposición de terrenos que el municipio tenía hace unos años para nueva edificación, que permitió la construcción de viviendas «a precios muy asequibles» aunque «sin rebajar la calidad». El planteamiento de las nuevas edificaciones ha conformado un paisaje urbano «con edificios de como máximo cuatro plantas, con mucha luz y calles muy abiertas» señala Reguero lo que, a su juicio, ha estimulado la compra por parte de parejas jóvenes que, en plena expansión inmobiliaria, buscaban compaginar hipotecas moderadas con calidad de vida.

Más plazas que nadie. Junto a ello, la apuesta del municipio por surtir de servicios a estas nuevas familias se ha materializado en la creación de escuelas infantiles municipales que han puesto en la calle 209 plazas de guardería, una cifra que supone un 27 por ciento más de las ofertadas por el Ayuntamiento de León, que se quedan en 132. Además, la oferta pública en Villaquilambre también supera la de San Andrés del Rabanedo, un municipio con similares características pero que duplica la población de Villaquilambre. En la actualidad, San Andrés oferta 102 plazas de guardería, un 100% menos que su municipio vecino, aunque actualmente está prevista la construcción de un nuevo centro que ampliará el número de plazas en otras 60. La comparativa aporta un dato más de la «clave del éxito» en Villaquilambre aunque, pese a la abultada oferta de plazas, registró en este curso una lista de espera de 159 niños.

Según Reguero, entre los servicios ofertados también ha experimentado un notable aumento la oferta de colegios públicos, respaldados de forma decisiva por la Consejería de Educación, que en los últimos años ha construido un nuevo CRA en Villaquilambre, ha invertido más de un millón de euros en reformar el de Navatejera y otros 800.000 euros en el de Villaobispo, localidades en donde se concentra el mayor porcentaje de población joven del municipio.

La oferta educativa, que también incluye servicios como las actividades extraescolares, campus y ludotecas para las vacaciones, programa de centros abiertos, es el otro gran incentivo del municipio para atraer a las parejas jóvenes. En definitiva, «hemos aprovechado el tirón para fijar población» comenta Reguero, que abunda en otros servicios de carácter general como un nuevo centro de salud -"aún en proyecto-", polideportivos, parques, carril-bici y zonas de ocio que configuran un concepto de ciudad nueva que atrae a las nuevas familias, que hasta ahora se han beneficiado también de ayudas a la natalidad -"actualmente congeladas-".

San Andrés, por donde crece León. Esta característica oferta de Villaquilambre se repite en el resto de municipios con una pirámide de población singular. El ejemplo más claro es San Andrés del Rabanedo, también pegando a la capital, pero con mucha más andadura en estas lides que Villaquilambre. El crecimiento demográfico de San Andrés ha sido más que notable en última década. Un incremento consecuencia, en buena parte, del coste de la vida, más asequible en un municipio que linda con León. Tanto que algunos de los servicios, al igual que las infraestructuras, son compartidos y utilizados de forma conjunta por personas residentes en el tercer municipio de la provincia y de la capital. De hecho, barrios especialmente poblados como Paraíso Cantinas o La Sal han vivido un crecimiento considerable fruto de la expansión urbanística. Cientos de viviendas se han ocupado por parejas jóvenes desde el año 2000. Algo similar ha ocurrido con la zona de la glorieta de Heriberto Ampudia y, en general, en todo el núcleo urbano de Trobajo del Camino. Precisamente aquí es dónde se han construido servicios básicos. Es el caso de un centro de salud que aún tiene pendiente implantar el servicio de Urgencias Pediátricas porque no sólo atiende a los niños del municipio sino también a los de Valverde, otro de los más habitados por población infantil. Viviendas más baratas, impuestos más bajos y más ayudas a la natalidad han hecho que San Andrés tengo un elevado porcentaje de niño, algo a lo que también ha ayudado la llegada de población inmigrante.

Otros municipios del alfoz, como Onzonilla, Sariegos y Valverde también experimentan las mismas circunstancias, aunque con un crecimiento poblacional menor. En concreto, el alcalde de Valverde de la Virgen, David Fernández, define el suyo como un «municipio joven que hemos enriquecido con muchas infraestructuras culturales, de ocio y tiempo libre». Según Fernández, «hemos buscado ofrecer a la gente joven una imagen de pequeña ciudad», con una máxima que define a la perfección el espíritu de esta apuesta que ha llevado al municipio a tener el doble de habitantes en la franja de 0 a 4 años que en la de 65 a 69. «Siempre decimos a la gente no que viva en La Virgen, sino que -˜viva-™ La Virgen para hacerles entender que todo lo que necesitan lo tienen aquí, en La Virgen del Camino, la localidad que más crecimiento experimenta del municipio. «Damos subvenciones para libros escolares y para natalidad, tenemos escuela de música, equipo de baloncesto, voleibol y fútbol y un colegio con educación bilingüe», añade el regidor, que se muestra orgulloso de haber alcanzado los 7.200 habitantes.

Peculiar también es el caso de Valencia de Don Juan, el único municipio de esta serie que no pertenece al alfoz de la capital pero que ha sabido explotar su reciente capacidad industrial para fijar población y favorecer la natalidad. Una campaña lanzada el año pasado por el Ayuntamiento se fijaba como reto alcanzar los 5.000 habitantes y que consiguió.