El PP defiende las listas con imputados porque a veces «se queda en nada»
«Si los ERE fueran en Madrid las masas tomarían la Puerta del Sol», según Aguirre
El PP cambia de estrategia. Tras varios días sin querer dar una sola explicación de por qué Mariano Rajoy permitió el viernes la inclusión por parte de los populares valencianos de hasta nueve imputados o investigados en procesos por corrupción en su candidatura para las elecciones autonómicas, varios miembros de la dirección nacional rompieron ayer el silencio y justificaron la decisión por la «presunción de inocencia».
La secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, y la portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, acabaron con el hermetismo. El presidente del partido Mariano Rajoy sigue sin decir palabra.
Santamaría adoptó ayer de entrada la misma actitud de Rajoy, se remitió a la decisión tomada por los órganos electorales del partido, pero, ante la insistencia de las preguntas, entró en el fondo y justificó la candidatura. La portavoz explicó que no hay porque excluir de una candidatura a una persona imputada durante la fase de instrucción judicial porque «la experiencia demuestra que determinadas imputaciones se han quedado en nada» y el investigado no ha llegado ni a sentarse en el banquillo. Sáenz de Santamaría añadió que el procedimiento legal que obliga a imputar a cualquier persona a la que haya que tomar declaración ante el menor indicio de delito igual debía ser revisado para dotar «de mayor seguridad jurídica a la fase de instrucción». Cuando se le hizo ver que Francisco Camps, en el caso de los trajes, ya ha superado la fase de instrucción judicial y que se trata de un acusado que se va sentar en breve en el banquillo por cohecho, alegó que «hay delitos de distinta naturaleza, y en eso habrá que estar». Se refería a la teoría de Rajoy, que minimiza la acusación contra Camps porque dice que nadie se vende por «tres trajes».
La secretaria general del PP también se escudó en la presunción de inocencia de los imputados y consideró que es «complicado mandar a galeras» a alguien sin estar acusado y condenado.
Por su parte, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró que «las masas habrían tomado la Puerta del Sol» si en esta Comunidad hubiera ocurrido «la vigésima parte» de lo que «presuntamente» está sucediendo en Andalucía con el escándalo de los ERE.
Si el Gobierno de la Comunidad «tuviera la vigésima parte de lo que presuntamente estamos sabiendo que ha ocurrido en el Gobierno de Andalucía, en Madrid las masas tomarían la Puerta del Sol y de mí no quedaría...no le quiero contar».