La A-60, rodeada de pasado

El dictamen de la Comisión de Patrimonio de la Junta sobre el yacimiento arqueológico de Lancia ha removido el plan inicial de la León-Valladolid y la demora de la finalización de las obras se presente ahora como la consecuencia inevitable de un amplio conjunto de contratiempos en los que el Ministerio de Fomento se afana ya en resolver.

El primer punto que tienen que aclarar los técnicos de Fomento es el diseño de un recorrido alternativo en el que no se pongan en peligro los restos arqueológico. Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico en el propio ministerio confirman la idea de que cualquier alternativa del paso de la autopista por esa zona tiene riesgo de encontrarse con más yacimientos de este tipo. La extensión de la zona en la que podrían aflorar más ruinas complica enormemente la determinación de un trazado alternativo al actual que asegure que ningún resto con valor patrimonial resultará dañado.

Elevar. Una de las posibilidades que se barajan y que el Ministerio de Fomento ya ha puesto en práctica en otros casos similares es la construcción de un paso elevado que salvara en altura el paso sobre los terrenos de Lancia y que permitiría su conservación sin un gran impacto en el entorno.

No obstante, la complejidad técnica de esta opción no convence a las técnicos del Gobierno. Para poder salvar en altura el yacimiento sería imprescindible elevar la cota de la calzada. La elevación obligaría a elevar la autovía de forma gradual. Para lograr la altura necesaria sobre los restos, la elevación de la infraestructura debería iniciarse dos kilómetros antes de llegar al yacimiento con la consiguiente modificación del plan de obra y el incremento de la carga de trabajo.

Además del aumento de la demora en la finalización de la obra, otro de los inconvenientes que presenta estas opción es el aumento considerable en la inversión necesaria. La inversión en la construcción de la A-60 tendría que ampliarse de forma considerable debido a la mayor complejidad técnica de los trabajos.

Trazado consensuado. El trazado actual de la autovía León-Valladolid en el que ya trabajan las máquinas contratadas por Fomento contó en el momento de su aprobación con el consenso de todos los municipios afectados por el paso de la autovía. La opción de construir la A-60 de forma paralela a la N-601 recibió el aplauso de las localidades aledañas a la vía. Para ello se rechazaron opciones como construir la autovía atravesando el entorno de las vegas de la margen derecha del Porma, que tendría un mayor impacto en la producción agrícola de la zona y en la economía local. También se descartó la opción oeste con el trazado cercano a la localidad de Villasabariego, uno de los parajes que se barajan ahora como posible alternativa para garantizar la conservación de Lancia.

Por otra parte, el dictamen de Patrimonio no es la única razón por la que se mantiene la paralización de las obras de la León-Valladolid. Además de en Lancia, el avance de los trabajos en varios tramos de la autovía presenta un estado que no invita a pensar que se cumplirán los plazos de entrega.

La inactividad es especialmente notable en la zona sur de Lancia, a lo largo de la ribera del Esla, en donde prácticamente no se ha ejecutado la traza y no hay más señas de la autovía salvo unas pilastras rellenas de zahorra para salvar las N-625. Del mismo modo, en otros tramos no presentan avance alguno desde hace meses.