Un guardia civil de La Pola figura entre los 22 asesinatos del etarra Troitiño

Entre los 22 víctimas mortales del etarra Antón Troitiño figura Juan Ignacio Calvo, un joven guardia civil leonés natural de Pola de Gordón.

Hijo de un minero retirado, ingresó en la Benemérita porque no encontraba trabajo en León. El 5 de agosto de 1986, murió en el hospital madrileño de La Paz a consecuencia de las heridas que le provocó la bomba que ETA había colocado 22 días antes, el 14 de julio, al paso de un autobús de la Guardia Civil en la plaza de la República Dominicana de la capital de España. Juan Ignacio fue la última víctima de aquel macabro atentado, la número 12.

Antón Troitiño Arranz, alias -˜Miguel Angel-™, salió de la cárcel de Huelva el pasado 13 de abril. Nacido en 1957 en Tariego de Carrato (Palencia), fue miembro del -˜comando Madrid-™ de ETA más sanguinario hasta que fue detenido el 16 de enero de 1987, al asaltar los GEOS un piso de la calle Río Ulla. Junto a él fueron detenidos otros cinco etarras: Cristina Arrizabalaga, María Teresa Rojo, Esteban Esteban Nieto, Inmaculada Noble y José Ignacio de Juana Chaos. Por su intervención en el atentado de la plaza de la República Argentina Troitiño fue juzgado y condenado a 2.232 años de cárcel. Además, también cumplió condena por el asesinato del comandante Saénz de Ynestrillas y otros dos militares.

Juan Ignacio Calvo viajaba aquella calurosa mañana de verano por el centro de Madrid porque estaba realizando un curso de circulación. El agente leonés estaba destinado en el destacamento de Tráfico de Mieres, en Asturias, muy cerca de La Pola de Gordón, y no tenía grandes ambiciones más que ciudar de su familia. Juan Ignacio dejó viuda y un niño de dos años.

Cuando se dirigían desde el Parque de Automovilismo de Príncipe de Vergara a las instalaciones de «Venta de la Rubia» (Campamento), para realizar prácticas de conducción de motocicletas, justo en el momento de efectuar un giro a la derecha en la plaza Republica Dominicana para tomar la calle Costa Rica con dirección a la M 30 Sur, una furgoneta «Sava», matrícula CR 0185 A, cargada con 5 ollas a presión, con un total de 40 kilogramos de goma 2 y metralla, que estaba aparcada en doble fila, hizo explosión al ser activada por control remoto por Troitiño.

A consecuencia del atentado murieron 12 guardias y otros 44 resultaron heridos.

Juan Ignacio Calvo, que tenía 24 años de edad y había ingresado en la Guardia Civil el 2 de mayo de 1985, murió días más tarde de cometerse el atentado a consecuencia de las graves heridas. Diez años después del macabro atentado, el acto criminal más violento del -˜comando Madrid-™, en junio de 1996, el «arrepentido» Juan Manuel Soares Gamboa acusó a Josu Urrutikoetxea Bengoetxea, «Josu Ternera»; de haber sido el incitador de este atentado, lo que le supuso recibir amenazas de terrorista hoy huído.

Juan Ignacio Calvo fue enterrado en el cementerio municipal de León después de un emotivo funeral en la iglesia de San Francisco de la Vega.

Más de una veintena de leoneses han muerto a manos de ETA desde que la banda terrorista empezara a asesinar. Muchos, guardias civiles, un cuerpo de seguridad con gran raigambre en la provincia de León.

El año pasado, el Ayuntamiento de San Andrés decidió que una calle del municipio llevara su nombre como homenaje.