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Moción, coalición y dimisión

En Torre del Bierzo, en 20 años, sólo un alcalde elegido en las urnas acabó mandato

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V. Silván | torre del bierzo
León

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Moción, coalición y dimisión. Estas son las tres palabras que han marcado la vida política del municipio de Torre del Bierzo en los últimos 20 años. Nueve alcaldes en cinco legislaturas y sólo uno fue capaz de tener bien sujeto el bastón de mando municipal durante los cuatro años. En los dos últimos mandatos, las mociones de censura se erigieron como protagonistas con alianzas alternativas en un trío formado por PP, PSOE y UPL.

Con los años 90 llegó la inestabilidad al consistorio de este municipio minero, que ahora cuenta con unos 2.500 habitantes pero que en otros tiempos dio empuje a la economía de la comarca con sus minas de carbón y el ferrocarril. Las elecciones locales de 1991 sentaron en el sillón de alcalde al socialista Ernesto Valladares, que ya había sido regidor entre 1983 y 1987. En esta ocasión no aguantó seis meses y presentó su renuncia, anticipándose a la moción de censura que ya se cocinaba con el beneplácito de uno de sus concejales. El testigo lo recogió Julio Rodríguez Feliz, del PP, el día antes de la Nochebuena de 1991, pero para ello tuvo que renunciar el que entonces era número uno de la lista -˜popular-™, Melchor Moreno de la Torre, quien pudo terminar el mandato.

En 1995, bajo el amparo de nuevas siglas, las de la Unión del Pueblo Leonés (UPL), Melchor Moreno de la Torre, que había sido alcalde entre 1987 y 1991 bajo las siglas del CDS y que luego concurrió con el PP, volvió al frente del Ayuntamiento en una coalición con un PSOE liderado por María José Estrada. El primer matrimonio entre la UPL y el PSOE -"con cuatro y dos concejales respectivamente- duró media legislatura y a finales de 1997 las -˜peleas-™ por el «despilfarro» de María José Estrada al frente de Cultura y Fiestas terminaron en ruptura. Moreno de la Torre mantuvo bien agarrado el bastón de mando y, aún en minoría, siguió gobernando con acuerdos puntuales.

En esta dinámica de -˜Acordes y desacuerdos-™, Melchor Moreno volvió a conseguir el sillón de alcalde para los leonesistas de la UPL en las siguientes elecciones de 1999 y, por razones incomprensibles para muchos, presentó su dimisión apenas un año después. En el pleno municipal del 25 de mayo del 2000 se da cuenta de la renuncia de Moreno y le sucede Marcial Novo, también de la UPL. Pero estos eran todavía mandatos -˜relativamente-™ tranquilos. La tensión municipal se acrecentó tras las elecciones de 2003, que dejaron un resultado de cinco concejales para el PSOE liderado por María José Estrada; tres concejales para la UPL, ahora liderada por Julio Rodríguez Feliz y otros tres para un PP que estrenaba a Manuel Merayo como candidato. El bastón de mando municipal cayó está vez en manos femeninas y Estrada consiguió ser alcaldesa.

Poco le duró y justo un año después, una moción de censura pactada por la nueva pareja PP-UPL, la familia Merayo-Rodríguez Feliz, la apeó de la Alcaldía en uno de los episodios más polémicos que se recuerdan en la política municipal y que incluyó el cambio de las cerraduras del consistorio con nocturnidad y la salida del despacho de la secretaria municipal, a la que se acusaba de estar en connivencia con los promotores de la moción. Manuel Merayo se hace con el bastón de mando en junio y acabó la Legislatura. En los comicios de 2007, también sin mayorías absolutas, hubo cambio de pareja de baile y esta vez UPL, con dos escaños, se alió con el PSOE con cuatro y situó a su candidato Julio Rodríguez Feliz al frente del Consistorio, con una oposición formada por los cinco ediles del PP. En esta ocasión parecía que no habría movimientos posibles que permitieran cambios en el equipo de gobierno hasta que el consistorio volvió a convertirse en un campo de batalla político a comienzos del 2009. La presentación de una nueva moción de censura puso otra vez en juego el sillón municipal. El PP, con el apoyo de un tránsfuga del PSOE, Felipe García Cabañeros, arrancó el bastón de mando de manos de quien había sido su aliado en la legislatura anterior, Rodríguez Feliz, aludiendo a una «pésima gestión económica» y a la -˜intensa-™ vida judicial de la teniente de alcalde, María José Estrada.

A golpe de moción, Manuel Merayo volvió a la alcaldía y ese es el sitio que defiende en las próximas elecciones. Frente al candidato popular, el PSOE ha renovado sus listas dejando fuera a Estrada y aupando como número uno a Pedro Hernández, mientras que Rodríguez Feliz vuelve a ser candidato bajo las siglas del Mass y, después de más de una década apartado de la política municipal, Melchor Moreno de la Torre se presenta de nuevo por la UPL.