El perfil

El hombre de la sempiterna sonrisa. Templado, contemporizador, pero contundente. Mide cada palabra. Es raro encontrar a alguien que le haya escuchado un exabrupto. Familiar, cercano en el trato, pero quizá una timidez no reconocida le aleja en las distancias cortas. Ha aprendido a hablar como el líder que tanto admira, pausas incluidas. Pero resulta convincente. Se licenció en Derecho por la Universidad de León. Su perfil político fue descubierto por Herrera cuando Silván trabajaba como secretario general de la Consejería de Economía y Hacienda, entonces en manos de Isabel Carrasco. Con ella empezó a patear pueblos en campaña. Como ella, hoy se ha transformado en un animal animal político.