Zapatero afirma que el crecimiento económico del PP fue una «ficción»

El Partido Popular tiene una fortaleza y el PSOE lo sabe: es su imagen de buen gestor económico labrada durante los años de crecimiento que acompañaron al Gobierno de José María Aznar. Nada puede ayudar más a Mariano Rajoy y a los candidatos de su formación en estas elecciones impregnadas por los sinsabores de la crisis que aquel recuerdo. Por eso José Luis Rodríguez Zapatero cargó, desde Asturias, contra ese axioma y advirtió que, en realidad aquello que los populares vendían en el exterior como el milagro español no fue más que «una ficción». «Y ya va siendo hora de digamos las cosas como son», sentenció.

No es la primera vez que el jefe del Ejecutivo trata de reventar la idea de que si los populares vuelven las dramáticas cifras de desempleo -"casi cinco millones-" empezarán a dar la vuelta. Pero esta vez lo hizo con especial ahínco. «Rajoy nunca dice que el 70% del paro viene de la construcción, que empieza su escalada y su expansión tan negativa en 1996 y 1997, con las leyes liberalizadoras del suelo que nos han llevado a la burbuja», recriminó. El discurso de Zapatero tiene una laguna y es que él mismo se pasó años reconociendo a los populares que le habían dejado una «buena herencia» económica y sólo tras sufrir en sus carnes el zarpazo de la crisis empezó a hablar de los problemas del modelo español de crecimiento. Un modelo del que ahora abomina y que atribuye al PP.

«Ahora nos dicen que volvamos al modelo de 1996 ¿Pero es que no ha leído a ningún economista de este país? Eso era vivir a crédito, invertir sólo en suelo y en promociones inmobiliarias y tener la productividad más baja de la historia, que es la que tuvimos desde 1996 hasta 2004 ¡Pero si exportábamos más a Andorra que a China!», ironizó. La insistencia del presidente en este argumento no es casual. Después de que la semana pasada se autoeximiera de toda responsabilidad en la crisis, Rajoy le replicó que un gobernante con «cuajo» no puede echar la culpa de lo que ocurre a quien lleva siete años en la oposición.

Convencer a los votantes socialistas de que el PSOE no ha hecho más que pagar los platos rotos que otros dejaron y construir sobre las ruinas que otros construyeron parece una tarea titánica. A juzgar por la afluencia a los mítines, el orgullo de ser socialista anda de capa caída. La campaña lleva sólo tres días en marcha, pero hasta ahora Zapatero -en León, el viernes, y en Gijón, ayer- no logró completar aforos como solía.

Las críticas de Zapatero contra el PP también surgieron por la sentencia que permite a Bildu estar en las elecciones. Según el líder socialista, el PP es «la derecha más a la derecha de Europa» porque «no respeta ni a una institución como el Tribunal Constitucional».