Diario de León

LA BATALLA POR LÉON | el león que yo quiero

He tenido un largo y profundo sueño

El candidado del PP a la Alcaldía de León, Emilio Gutiérrez, en la Plaza de las Tiendas.

El candidado del PP a la Alcaldía de León, Emilio Gutiérrez, en la Plaza de las Tiendas.

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León

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Tengo que confesaros que anoche tuve un profundo y largo sueño, un espejismo que sucedía en León. Y hoy, si me permitís, quiero compartirlo públicamente con todos vosotros.

Soñaba que casi 11.000 personas de la capital, con nombres y apellidos, que actualmente lo están pasando mal, encontraban trabajo porque su Ayuntamiento facilitaba las cosas y no miraba para otro lado.

Soñaba que todos los vecinos nos se ntíamos orgullosos de la limpieza de nuestras calles y del mantenimiento de los jardines, e incluso veía mentalmente cómo el Alcalde de la ciudad iba a recoger el galardón de la 'Escoba de Oro' por el esplendor y cuidado de las zonas públicas.

Soñaba que el Servicio de la Policía Local y el Servicio de Bomberos tenían modernos medios materiales a su alcance para desempeñar con más eficacia sus importantes servicios de atención ciudadana.

Soñaba que los contribuyentes de León pagaban todos los años menos dinero en el recibo del impuesto del IBI y se habían congelado las tasas municipales.

Soñaba que muchos jóvenes que practican deporte en las escuelas deportivas se ponían la camiseta de baloncesto con nuestro equipo en la ACB. O que el destino de las subvenciones municipales a la Cultural era conocido por todos los leoneses.

Soñaba que la Concejalía de Mayores tenía una actividad frenética y era de las más importantes para el equipo que gobernaba y en todos los barrios de la ciudad estaban potenciados los programas de mantenimiento para mayores.

Soñaba que hablando y dialogando, con la colaboración institucional, había entendimiento en numerosos asuntos importantes con otras administraciones públicas, fueran del color político que fueran.

Soñaba que por primera vez en el Ayuntamiento de León la familia y sus miembros tenían un especial protagonismo.

Soñaba que cuando iba en coche al Bierzo a ver a la familia no tenía que parar en ninguna zona de peaje o mi hija Silvia ya se desplazaba en una moderna autovía a la vecina ciudad de Valladolid llegando en poco más de una hora.

Soñaba que con la situación de crisis en la que nos habían metido no se echaba a 200 trabajadores municipales y a la vez se contrataba a 400 diferentes.

Soñaba que el que gobernaba en el Ayuntamiento no improvisaba y tenía ocurrencias 'divinas', no había calles con carriles preferentes vacíos junto a otros colapsados, no se cambiaban caprichosamente los proyectos ya aprobados ni era necesario dar marcha atrás a obras en ejecución.

Era un sueño muy profundo...

Soñaba que el señor alcalde de León, ocupado con otros cargos de partido, no se encerraba en su despacho del Ayuntamiento y recibía, escuchaba y atendía los problemas personales de todos sus vecinos y paisanos, no sólo de sus conocidos y amigos.

Que los colectivos sociales y asociaciones de la ciudad tenían ayudas y subvenciones para sus fines y actividades y al menos se pagaban. Soñaba que en mi querida ciudad existía un Plan de Accesibilidad y Eliminación de barreras arquitectónicas para aquellos que tienen dificultades de movilidad.

Soñaba que los vecinos conocían de cerca a su Concejal de Barrio o que en el Teatro Emperador había grandes colas de personas que participaban en actividades culturales ya programadas y se recuperaba el Jardín del Cid como Jardín cultural con vida.

Que desde el Ayuntamiento se apostaba claramente por el motor de la ciudad, como son los autónomos, pequeños empresarios y cientos de profesionales liberales de León. Veía numerosas actuaciones municipales para impulsar las zonas comerciales de la ciudad.

Soñaba con que los políticos de turno ya habían abandonado la idea de que los jóvenes eran el futuro y se notaba para ellos un mejor presente.

Soñaba que numerosos autobuses estaban estacionados en la capital con motivo de la programación de importantes Ferias y Congresos y cientos de turistas nos visitaban marchando encantados de las bellezas inigualables de León.

Soñaba que el plan de recuperación y mantenimiento de las riberas del Bernega y del Torío funcionaba para el disfrute de todos o que el polígono industrial de Onzonilla no seguía abandonado por el Ayuntamiento.

Soñaba que en la casa de todos de la calle Ordoño II se había erradicado el despilfarro y los gastos superfluos, existiendo una transparencia absoluta de la Administración con el dinero de todos los ciudadanos.

Antes de despertarme, también soñaba que dentro de unos meses era el Alcalde del vecino José Luis Rodríguez Zapatero, que regresaba de su periplo por La Moncloa sin cumplir las promesas realizadas y que tantas expectativas habían generado hace ocho añ os.

Era un sueño muy profundo.. soñaba con multitud de cosas.

Para que lo conozcáis todos, ése es el León que yo quiero y, con vuestra ayuda, después del 22 de mayo ese sueño se hará realidad.

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