Por responsabilidad

Dicen las estadísticas que por cada cinco horas que dedican las mujeres a tareas domésticas los hombres dedican dos. Y digo yo que muchas horas hacen algunos para llegar a tan alta media, porque sabemos muy bien que hay otros…

Recuerdo que tras un acto institucional de toma de posesión de cargos públicos una periodista respondió una llamada telefónica y escuchó una voz femenina: «Perdona que no te cogiera el teléfono, no oí el timbre, estaba en la terraza tendiendo la ropa». Y la informadora replicó: «Te llamé porque me encontré a tus compañeros tomándose algo en una terraza y me acordé de tí». Era al mediodía y estaban celebrando. Cualquiera puede analizar la diferencia entre terraza y terraza, las distintas responsabilidades, lo que venimos llamando dobles jornadas (el trabajo asalariado fuera de casa, el trabajo no retribuido y casi siempre mal valorado dentro de casa), el desigual reparto de tareas, la falta de corresponsabilidad, el desigual esfuerzo por la conciliación. Seguramente en la casa de aquellos compañeros habría una mujer, madre, esposa, asistenta… y llegarían con la comida en la mesa, la ropa tendida. O no. Quizás sabían organizar mejor su tiempo y habían dejado hecha la colada, la comida preparada, todo limpio…

En esta campaña estará pasando algo parecido y habrá personas que para participar en acciones diversas habrán organizado lo doméstico con sobreesfuerzo y en los trayectos repasarán y tratarán de corregir los posibles olvidos dando instrucciones por teléfono. Sólo espero que no caiga todo del mismo lado y que realmente estemos cambiando algo. Por cierto, ayer Óscar López suspendió la actividad de campaña porque su hija estaba enferma. Por responsabilidad.