Creo en Ponferrada

Creo que en política, como en cualquier otro aspecto de la vida, hay dos motivaciones para hacer las cosas. Puedes emprender un proyecto porque en el fondo piensas que va a servir para beneficiarte de algún modo o puedes implicarte en algo simplemente porque crees en ello. Para lo primero siempre he confiado en mi trabajo, que por otra parte me ha traído hasta ahora más satisfacciones de las que hubiera podido imaginar cuando, hace ya unos años, me enrolé en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de A Coruña. Precisamente trabajar en lo que uno quiere le lleva a pensar que hay algo más. Un arquitecto es al fin y al cabo un transformador de la realidad que le rodea. Alguien que trata de convertir lo inhabitable en un lugar en el que convivir, respetando aquello que estaba ahí antes que nosotros. Y el convencimiento de que se puede ir más lejos en la mejora de esa convivencia es lo que me ha llevado a dar el siguiente paso acompañado por mujeres y hombres que también creen que hay un futuro escondido detrás del presente de Ponferrada.

Creo en la política como arma de creación masiva, desde la convicción de que se puede y se debe trabajar para la mejora de la calidad de vida de las personas desde las instituciones públicas. Esa y no otra debe ser la única razón por la cual alguien debería embarcarse en la política y es la razón que me ha traído hasta aquí encabezando la candidatura socialista. Sinceramente, convertirme en alcalde no es algo que tenga presente para dar un paso adelante en mi carrera política personal. Ser alcalde de Ponferrada es una oportunidad única de ayudar a transformar la ciudad en la que nací y en la que he pasado y pasaré los mejores momentos de mi vida. Cuando hablo de transformar, no me refiero a convertir Ponferrada en lo que no es. Hablo de convertir Ponferrada en un lugar mejor. Hablo de hacer más humana nuestra relación con el municipio y con nosotros mismos. Porque, ante todo, es imposible que esa relación esté en un primer plano si las necesidades básicas de la ciudadanía no están cubiertas. La mayor de esas necesidades es el empleo. Como ciudadano, siempre he creído que un ayuntamiento puede y debe ayudar a los emprendedores. No es cuestión de competencias, en las que tantas veces se escudan los responsables municipales para hablar del paro en sus ciudades. Es una cuestión de responsabilidad, de asumir que un consistorio tiene que trabajar para que su municipio sea un lugar de inversión, de innovación, de crecimiento y de convicción en las posibilidades de su gente. Hacer política consiste en creer. Y creo que para conseguir que Ponferrada sea ese lugar que queremos que sea hay que creer en Ponferrada. Eso supone que hay que hacer que los que están a nuestro alrededor crean en nosotros

Hay que poner Ponferrada en el mapa y para ello necesitamos al Bierzo. Por eso, desde el primer momento he mantenido y mantengo que nuestro proyecto tiene un ámbito comarcal. Solos tenemos un magnífico lugar para vivir, pero que corre el riesgo de pasar desapercibido en la estéril competencia con núcleos de población similares. Si asumimos nuestro deber de capitanear un desarrollo que ponga de manifiesto las enormes posibilidades de este fantástico lugar del Noroeste sin dejar fuera a ningún municipio, será muy difícil que no se preste atención a lo mucho que tenemos que ofrecer. Es el momento de convertir el orgullo de ser bercianos en instrumento de cohesión y colaboración para sacar a nuestra comarca de una crisis que se ha hecho realmente dura. Como es el momento de reconocer que nos han echado una mano. Gracias a proyectos como el de la Fundación Ciudad de la Energía y al titánico esfuerzo del Gobierno de Zapatero en defensa de la minería del carbón, tenemos una base sólida para emprender ese proyecto. El resto, en muchos casos, lo aportarán aquellos recursos que aún no hemos convertido en producto y en los que deberíamos ser una superpotencia: el sector agroalimentario, el turismo verde, el paisaje y nuestra posición como nudo estratégico de transportes, comunicaciones e innovación.

No me canso de repetir que la clave está en creer y en que el alcance de esas convicciones llegue a todo el mundo. Los socialistas de Ponferrada sabemos que aquellas cosas que llevamos en nuestro programa no valen de nada si no sirven para mejorar la calidad de vida y de trabajo de todos y todas. De poco vale que hablemos de insertar Ponferrada en el ámbito de las nuevas tecnologías si de ello no se beneficia cada habitante. Por eso estamos trabajando, para que nuestra entrada en el mundo de las telecomunicaciones del siglo XXI sea una realidad y lo sea para todos nuestros rincones. Al igual que trabajaremos desde el ayuntamiento para que la red de servicios sociales no deje un hueco por cubrir. Si las personas creen en Ponferrada, hay que demostrar que Ponferrada cree en las personas. Y no olvidamos que hay una mejora en el bienestar de la ciudadanía detrás de cada paso que damos en el desarrollo, porque ese desarrollo significa empleo de un modo u otro.

Lo que me lleva a querer ser alcalde es, además de mi profundo convencimiento de las posibilidades de Ponferrada, saber que no estoy solo. Me acompañan hombres y mujeres que piensan como yo, que la política necesita de personas capaces de poner al servicio del progreso sus cualidades técnicas y humanas. El PSOE ha confiado en nosotros para transmitir el empuje que para este municipio pretende una organización centenaria que sigue siendo y será el gran referente de la democracia en nuestro país. Tradicionalmente, la ciudadanía de la capital del Bierzo ha escogido el proyecto socialista y ha acertado. Ahora hay que trasladar esa sana ambición de progreso, de innovación y de trabajo al ámbito municipal y para ello hay que demostrar que con el voto en los comicios locales se apuesta también por otra forma de política. Los socialistas de Ponferrada no tenemos ninguna varita mágica para inventarnos nada, venimos a buscar detrás de lo que hay para que nos ayude a avanzar. Nuestra arma es el diálogo y la curiosidad, porque en el tiempo en el que hemos estado acercándonos a la realidad del municipio no hemos dejado de sorprendernos con el enorme potencial que en muchos casos está por descubrir. Para ponerlo encima de la mesa y convertirlo en progreso para todos y todas, Ponferrada necesita un gobierno municipal socialista. Es el momento de demostrar con nuestro voto que creemos en Ponferrada.