La firma

Persona económica, muy ajustada a sus propios recursos y a lo que representan. Naturalidad propia que la traslada a todas sus actuaciones, cayendo alguna vez en convencionalismos superfluos. Orgullo y satisfacción, con algo de vanidad, siempre pensando en sí mismo. Gana en adaptabilidad y pierde en intransigencia. Hay reserva y tendencia a protegerse. Armonía entre necesidades de tipo espiritual y las necesidades materiales; los planes y las realizaciones. Lo ideal y lo práctico tienen cabida en su personalidad. La posición de la firma evidencia un equilibrio entre extroversión e introversión, con autocontrol propio y control sobre todo su entorno. Buena salud mental. Ciertos rasgos de ambigüedad, con actitudes escasamente definidas, mostrando algún aspecto oscuro. Trazado de envolvimiento en la rúbrica, mostrándonos egocentrismo excesivo.