cuaderno de viaje
Democracia y participación
En los últimos tiempos hemos asistido a la lucha de la ciudadanía de distintos países, a través de movimientos de oposición pacíficos, en la que miles de personas arriesgan sus vidas para alcanzar el derecho de decidir, con sus votos, quiénes deben gobernar. Como homenaje a tantas personas anónimas que a lo largo de la historia han luchado por alcanzar, consolidar y propagar la democracia, el domingo 22 de mayo debemos ejercer nuestra soberanía. Somos titulares de un derecho indelegable y no ejercerlo es entregar gratis el poder a quienes probablemente lo utilizarán contra nuestros intereses.
El sufragio es la forma básica de intervención de la ciudadanía en la política de las consideradas sociedades modernas, pero debe ser sólo un elemental primer paso. El siguiente es el gran reto de diseñar una estructura de participación que vaya más allá de las reglas de juego de la democracia representativa para el empoderamiento real de la opinión de la comunidad que la convierta en protagonista de la planificación, la ejecución, el seguimiento y la evaluación de las actuaciones, programas y proyectos y en garante del reparto equitativo, solidario y justo de los beneficios de la sociedad. La verdadera participación política de la ciudadanía en los procesos de toma de decisiones origina una corriente constante de transformación y de cambio.
Quizá salir a la calle sea ya el último recurso para expresar el descontento, el desencanto y la decepción con un sistema que nos olvida, nos ignora y nos castiga y tiene que azuzarnos para implementar mecanismos coherentes que canalicen y aprovechen el potencial de razón, de creatividad política de los ciudadanos y las ciudadanas que no se sienten representadas para constituir una verdadera alternativa para la acción.