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El ascenso al «ático» de la ciudad y otras formas de conocerse

El bombero se lo pasó bomba, pero no todos los candidatos vivieron sin tensión el ascenso.

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León

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No hay caras de cansancio, pese a que la cita es a las ocho de la mañana, ya casi al final de la campaña. Tras conseguir el permiso de la concejalía del área y el acuerdo del correspondiente servicio, propusimos a los cuatro candidatos que obtienen en las encuestas representación municipal en el Ayuntamiento de León hacerse una fotografía en el «ático» de la ciudad. No es la terraza de un edificio o la torre de algún monumento, sino el brazo articulado de los Bomberos de León, que alcanza una altura de 42 metros. La idea era obtener una perspectiva de los candidatos sobre el perfil de la ciudad de León a cuatro días de las elecciones, una propuesta, al menos, ya irrepetible. Como se sabe, el candidato socialista, Francisco Fernández, declinó el ofreciento. Pero sí acudieron con puntualidad británica el candidato del Partido Popular, Emilio Gutiérrez; el de la Unión del Pueblo Leonés, Javier Chamorro, y el cabeza de lista de Izquierda Unida, Santiago Ordóñez. No sabían previamente dónde iban a subir, pero se les preguntó si padecían vértigo y ninguno lo afirmó tajantemente. El plan continuó.

La mañana amaneció fresca y con buena luz para la imagen. Los tres candidatos no tuvieron reparo en montar en la canasta del brazo. Aunque el traje y los zapatos encorsetan, todos lograron subir sin mucha ayuda. El brazo empezó entonces a ascender. Con ellos subió un efectivo del cuerpo, «Luisfer». Pese a esa garantía, ninguno de ellos sabía que el suelo se movía tanto con el viento y la sensación de inseguridad que da estar subido sobre una plataforma metálica que tan solo se sustenta con una estrecha escalera de hierro que sube y sube. Empiezan los sudores fríos. Se sujetan a las barras de seguridad como las águilas agarran a sus presas. Cuando el brazo está a media altura, unos 20 metros, uno de ellos no puede más y pide «hacer la foto ya» sin subir más. Resulta imposible porque el fotógrafo se encuentra en ese momento a unos 40 metros de altura, en la torre de entrenamiento de los bomberos para hacer la foto frente a ellos. Así que se aborta la misión y descienden. Se decide entonces intentar la foto en la última planta de la torre. Desde allí se divisa el nuevo y el viejo León, de norte a sur y de este a oeste. Juntos en el peligro, al borde de un precipio urbano, los tres candidatos estuvieron un poco más cerca por un solo instante.