los 'indignados' se mueven
«Sólo pedimos que nos escuchen»
Una ponferradina lleva el 15M a las calles de El Cairo
«Sólo pedimos que nos escuchen y que nos hagan caso», afirmaba ayer en El Cairo la ponferradina Lucía Fernández, una de los 30 españoles residentes en Egipto que se concentraron para apoyar al movimiento 15-M y llevar las mismas quejas que han empujado a miles de ciudadanos a acampar en plazas de toda España. Lucía explicó a miles de kilómetros que uno de los objetivos de la concentración era que en España sepan que en El Cairo hay españoles y egipcios que también están con ellos.
Ante las miradas curiosas de los egipcios, los españoles se concentraron ante la embajada de España en El Cairo y firmaron el manifiesto de Democracia Real Ya, que reclama una democracia más participativa y que expresa la indignación de los ciudadanos ante el panorama político, económico y social.
Los manifestantes colgaron banderas españolas frente a la embajada y leyeron por turnos el mismo manifiesto que ya han suscrito más de 29.000 personas y que sostiene que quienes lo firman son «personas normales y corrientes» y «gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo».
Durante la concentración, en la que no se corearon lemas, se vieron pancartas con mensajes como «Limpio tu coche con mi título universitario», «Toma la calle», «Pienso, luego estorbo» o «La ambición de unos pocos está destrozando los sueños de muchos».
Igual que con Mubarak. Siguiendo el carácter espontáneo de las concentraciones en España, la convocatoria de El Cairo se organizó a través de mensajes de móvil e Internet, las mismas herramientas que el pasado mes de enero permitieron a los egipcios articular un movimiento de protesta que terminó con la caída del presidente Hosni Mubarak.
En León, el movimiento social continuaba ayer con los grupos de debate desarrollados en torno a la acampada de Botines. Los apoyos que van sumando cada día son numerosos. Y las nuevas ideas que van surgiendo en las asambleas también son cada vez más. Por la noche, integrantes del movimiento leían algunas de las propuestas que se han ido adoptando durante estos días para someterlas a un posible acuerdo.
Respecto a la acampada establecida en Madrid, ayer se conocía que seguirá con las protestas en toda España una semana más, hasta el próximo domingo, después de la decisión tomada por la asamblea general reunida en la Puerta del Sol. La plataforma Toma la plaza entiende que sus reivindicaciones van más allá de las elecciones municipales y autonómicas e insiste en que lo que buscan una regeneración del sistema político y financiero del país.
Así, así vota Madrid. Ayer, miles de personas volvieron a concentrarse en el 'kilómetro cero' entre gritos de «democracia real ya» y «no les votes». Desde su origen, la plataforma Toma la plaza dejó claro que las concentraciones no tenían su final con los comicios municipales. Una postura que quedó escenificada en la multitudinaria asamblea celebrada en Sol ayer por la mañana. «Estaremos aquí como mínimo hasta el domingo», aclaró uno de los portavoces de los concentrados entre los aplausos de los asistentes. La decisión fue debatida durante dos horas y participaron decenas de personas. «Aquí se ha votado continuar con la protesta. El movimiento se tiene que mantener activo en toda España», señaló Pablo Gómez, uno de los portavoces. Poco o nada importaba en el campamento de Sol la jornada electoral. Se evitaba hablar del asunto. «Ni siquiera estoy siguiendo los datos y da lo mismo quién salga porque no habrá mucha diferencia», comentaba Gómez, resignado. Tampoco quisieron pronunciarse sobre el hecho de que la participación electoral haya aumentado con respecto a los comicios de hace cuatro años: «Nosotros somos un movimiento que incita a la reflexión. Que la gente acuda o no a votar es una decisión individual», señalaba otro miembro de la comisión de comunicación que prefería mantenerse en el anonimato
Por su parte, otra portavoz, Noelia Moreno, tenía menos tapujos a la hora de hablar sobre los comicios: «Yo he votado por correo», explicaba, «y me consta que hay gente por aquí que ha hecho lo mismo. De todas maneras es lo que hemos dicho siempre, que cada uno haga lo que quiera. No buscamos una alternancia política, sino un cambio real en el sistema político y social», decía.
Una jornada más. Si el sábado fue un día dedicado a todo tipo de actividades socioculturales en el que el ambiente festivo predominó por encima de todo, ayer los grupos de trabajo, las comisiones y las asambleas tomaron el protagonismo. «Estamos reuniéndonos con mucha intensidad para organizarnos de cara a la semana que viene», explicaba Pablo Gómez. Botellas de agua, pulverizadores y protectores solares se fueron pasando de mano en mano para hacer frente a un sol de justicia y un bochorno avivado por las miles de personas que discurrieron por la plaza a lo largo del día. Cientos de ellas no dudaron en gritar «así, así, así vota Madrid», uno de los muchos lemas que se han oído estos días en la capital. La Policía intentaba controlar que las diferentes asambleas no se extendieran más allá de Sol. Advertieron a los presentes de que en el -˜kilómetro cero-™ se haría la «vista gorda», pero en las plazas aledañas se aplicaría la ley si las concentraciones superaban las 20 personas. En suma, que se procedería a multar.
Caras de cansancio. Mientras tanto, las caras de quienes durante estos días han llevado el peso del movimiento denotan un fuerte cansancio. Aún con todo, Noelia Moreno comentaba que «los ánimos están muy bien» y que «la gente que viene cada día nos carga las pilas». Y es que una de las dudas que planea sobre el movimiento ahora mismo es hasta cuándo va a permanecer acampado en Sol. Unos apuestan por mantenerse hasta consolidarlo, algo que, creen, se lograría esta misma semana, y otros, por seguir en la plaza hasta que el sistema cambie, un cometido más utópico. De momento ya se han programado unos grupos de trabajo en diferentes barrios para el próximo sábado y una asamblea general en la Puerta del Sol para el domingo 29 de mayo
Así las cosas, la vida en la plaza de la s panish revolution sigue su curso y el número de infraestructuras crece cada día. Se está organizando una radio que en breve comenzará a emitir a través de Internet y se ha creado también una comisión de permanencia que dibujará un protocolo de actuación por si la policía decidiera desalojar la acampada, algo que se rumoreó el sábado con cierta insistencia.