Sariegos
La 'sopade letras' obliga a un pacto tripartito para gobernar
Los resultados en Sariegos son una auténtica 'sopa de letras'. El PP obtiene 4 concejales (pierde uno), Sariegos Despierta alcanza 3 (gana 1), el PSOE logra 2 (1 menos), la UPL se mantiene con uno y entra en el Ayuntamiento el Mass, con un concejal. Carlos Enrique Espeso, de Sariegos Despierta, no quiso hacer ayer declaraciones, ni siquera para valorar los resultados.
Por el contrario, Ismael Lorenzana (PP), que ya ha sido alcalde con estas siglas, reconoció que «los resultados no han sido buenos» para su partido, pese a ser la lista más votada. Domingo García, del PSOE, también calificó los resultados de su partido en Sariegos de «desastre» y de «sorpresa», ya que no esperaban el ascenso de Sariegos Despierta y que el Mass obtuviera un concejal.
Lorenzana y García coinciden en que no habrá más remedio que un pacto tripartito para gobernar el Ayuntamiento los próximos cuatro años. En principio, barajan dos opciones: que el PP pacte con la UPL y el Mass o bien que el PSOE se una a Sariegos Despierta (entre ambas formaciones suman 5 concejales) y que el sexto apoyo lo obtuvieran de la UPL o del Mass.
De momento, las negociaciones para hacerse con la alcaldía no han comenzado. Pero cualquier acuerdo, según los propios protagonistas, «no será fácil», sobre todo, si se tiene en cuenta el 'baile' de algunos concejales. El propio Domingo García, ahora cabeza de lista del PSOE, fue en el anterior mandato el número dos de Sariegos Despierta. También la mayoría de los candidatos del Mass salieron del PP.
Sariegos ha tenido dos alcaldes en estos últimos cuatro años. Ismael Lorenzana decidía dimitir en el 2008, tras siete años y medio en el cargo, después de que la UPL decidiera la ruptura unilateral del pacto de gobierno si Lorenzana continuaba en el cargo. A Lorenzana le sustituyó Juan Carlos Hidalgo, su segundo teniente de alcalde.
En los próximos días los partidos tendrán que ponerse de acuerdo para elegir al sexto alcalde de la democracia. La pregunta es inevitable: ¿un tripartito aguantará cuatro años?