MÁS INDIGNACIÓN
Medio millar de personas desafían a la lluvia con la cacerolada de Botines
La protesta improvisó una marcha ruidosa por la calle Ancha hasta la Catedral
El Movimiento 15-M reunió ayer en Botines a medio millar de personas que desafiaron a la lluvia para protestar, por segunda vez, con una cacerolada por la situación económica, «contra políticos y banqueros», y por el bipartidismo producto de la ley electoral.
Una movilización joven, a la que se sumaron gentes de todas las edades. Faltaron los políticos que durante los días previos a las votaciones del 22-M se acercaron incensantemente al campamento de la que ha sido bautizada como Plaza del 15M.
Bajo un ruido ensordecedor de cazuelas, tambores, latas de refrescos, sartenes, cazos y hasta un bidón, que sirvió de desahogo colectivo, un hombre de mediana edad portaba en silencio vehemente una pancarta en blanco y negro: «Trabajo y dignidad». Es uno de los casi 40.000 parados que hay en la provincia de León.
La lluvia impidió la asamblea diaria de las ocho de la tarde, pero no la concentración con todo tipo de baterías para hacer ruido y mostrar a la sociedad que la «indignación» prosigue después de las elecciones. «No hemos hecho análisis de los resultados. No hay mucho que analizar. Se ha confirmado lo que denunciamos: la perpetuación del bipartidismo con la actual ley electoral», comentó Samuel Álvarez, uno de los miembros de la comisión de comunicación.
La cacerolada se desplazó a lo largo de la calle Ancha y fue a parar hasta la plaza de la Catedral. Desde un balcón vecino al Obispado de León un grupo de mujeres se sumaron a la protesta con sus baterías de cocina. La manifestación improvisada regresó pacíficamente, observada por coches patrulla de la Policía Local, hasta Botines. La cacerolada duró más de hora y media y finalizó en de San Marcelo.
El Movimiento 15-M hizo ayer campaña en el campus universitario para animar a los estudiantes a participar en una asamblea estudiantil que se quiere celebrar el viernes en el parque del Cid. «La mayoría somos jóvenes pero estamos recibiendo mucho apoyo de otras personas y hemos recogido muchísimas firmas», subrayó el miembro de la comisión de comunicación.
La acampada de Botines tiene previsto permanecer hasta el domingo, día en el que previsiblemente «levantaremos el campamento y nos centraremos en actos puntuales en diversos puntos de la ciudad», señaló Samuel Álvarez.
La decisión, dijo, se tomará en la asamblea e irá en sintonía con las medidas que se adopten en la acampada de la Puerta del Sol. «Todos y todas tenemos un sentimiento en común, el descontento con la situación actual de nuestras vidas», señala un comunicado que se distribuyó ayer en la protesta en nombre de las personas detenidas tras la manifestación del 15-M. La nota relata las vejaciones a que fueron sometidas y el miedo que sufrieron. «La calle es nuestra y nuestras vidas también. Los cambios se hacen en la calle y no sólo en las urnas. No, nos representan», concluye el escrito.