UPL reconoce que su revés en las urnas fue por el pacto con el PSOE en la capital

Llega el momento de rendir cuentas tras los comicios electorales del 22-M y para la UPL el revés que han sufrido tiene tres vértices fundamentales: pérdida de parte de su carácter reivindicativo, el «perjuicio» que para la formación ha supuso en las urnas el pacto de gobierno que durante estos cuatros años ha mantenido con el PSOE en el Ayuntamiento de León y la falta de tiempo que han tenido para la reorganización del partido desde el último congreso celebrado hace un año.

«Nos ha perjudicado el gobierno con los socialistas en la ciudad, nuestros votantes habituales no han apreciado la utilidad del pacto y han visto a la UPL cerca del PSOE», reconoció ayer el secretario general de los leonesistas, Javier Chamorro, quien durante los últimos años había negado que este pacto pudiera ser dañino para su formación. «Quizá hemos recibido de forma indirecta el castigo que han tenido los socialistas».

Pese a evidenciar el daño que el pacto les ha provocado en las urnas, aseguró no arrepentirse de haber llegado a este acuerdo de gobierno con los socialistas en el Ayuntamiento. «Ha sido magnífico para la ciudad de León, a mí me parece bien que hayamos beneficiado a la estabilidad de esta institución. Han sido cuatro años muy buenos para la ciudad, donde se han hecho cosas quizá como nunca, cosas que llevaban décadas reivindicándose».

Pese a este análisis inicial, Chamorro trató de minimizar culpas y consecuencias y apuntó: «No debemos de pensar que es culpa nuestra; estas elecciones han sido muy extrañas aquí y en todo el país; no lo entendemos a nosotros también nos ha pillado la crisis que ha castigado al PSOE».

También, en una lectura más positiva, quiso poner de relevancia que la UPL «ha aguantado con dignidad una situación muy difícil; seguimos siendo un partido grande y con fuerza, un partido con vida y con futuro».

Haciendo un repaso al escrutinio, recalcó que su formación ha logrado 114 concejales en León, tres alcaldes con mayoría absoluta; además de ser la ««llave» en 15 ayuntamientos y conseguir un diputado provincial y un procurador autonómico. A estos datos hay que añadir los 21 ediles que suman en Zamora, un alcalde y cuatro posibilidades de pacto en otros tantos municipios.

«Uno de los concejales lo hemos conseguido en Benavente, con la importancia tremenda que este logro tiene para la expansión de la UPL hacia el sur». Recordó que en los pasados comicios, estas siglas contabilizaron 161 concejales, 30 ellos del MASS, ya que en aquella ocasión concurrieron en coalición. «Por lo tanto, la pérdida que hemos tenido esta vez en representantes ha sido mínima».

Aseguró que su partido ha entendido el mensaje de los ciudadanos y resaltó: «Algo hemos tenido que hacer mal».

A pesar del revés en las urnas, Javier Chamorro se mostró optimista ante el futuro de la UPL. «Pienso que el partido está mejor de ánimo que nunca, con una ilusión increíble y ha contado con unos magníficos resultados, presentamos más de 105 candidaturas».

Y reiteró que han sido unas «elecciones muy extrañas». En todo irónico apuntó dos posibilidades para explicar los quince concejales conseguidos por el PP. «La primera que estos cuatro años la oposición de los populares ha sido brillante, con grandes discursos, un grupo unido y activo y con ideas o, bien, que el candidato sea alegre, carismático, conocido y, además, que cuente con la inmensa suerte de tener como número dos a una persona que la provincia ama, idolatra y admira» Y la segunda la centra en que los votantes con su papeleta «únicamente quisieran castigar a Zapatero». Entre las causas de la merma de votos, manifestó que la dispersión de escrutinios entre una larga serie de partidos minoritarios «nos han hecho daño y sus votos han ido a la nada». «Es cierto que hemos perdido en número de votos, pero hemos conseguido mucho mejor resultado que el que muchos decían durante estos años, enterrando y dando por muerta a UPL», refiriéndose a Otero o Herrero Rubinat.