Arabía Saudí probará en su desierto los tanques que quiere comprar a España
El resultado, clave para que la industrial militar cierre el mayor contrato de su historia
Se reavivan las negociaciones para la venta de 250 tanques Leopardo a las autoridades saudíes, el que podría ser el mayor contrato de la industria militar española. Una vez solventados los «problemas operativos» que surgieron a finales de año, en relación al porcentaje que se llevarán las compañías alemanas que poseen la patente del carro de combate, las conversaciones siguen adelante. El siguiente paso será probar el tanque en el desierto saudí con las últimas modificaciones introducidas.
A finales de noviembre, una delegación árabe visitó la fábrica de Santa Bárbara Sistema -”compañía encargada de fabricar el Leopardo 2E-” en Sevilla para presenciar las prestaciones del tanque. Los saudíes se mostraron interesados en el apartado tecnológico y operativo del carro de combate y transmitieron la necesidad de modificar algunos sistemas técnicos para adaptarse mejor a las extremas condiciones meteorológicas de su país.
Entre otros arreglos se incluyó la instalación de un sistema de aire acondicionado, básico para combatir el calor de la península arábiga. Una vez concluidos estos cambios, la compañía ultima ahora el envío de varias unidades para pasar la «prueba del algodón», según señalan fuentes conocedoras de la negociación.
Otro de los inconvenientes de la venta, las patentes para construir el tanque, parece también superado. La patente del Leopardo pertenece a dos compañías alemanas, Krauss-Maffei Wegmann y Rheinmetall AG. Estas firmaron en 1998 un acuerdo con España para permitir la construcción de una variante del tanque, el 2E. Entonces se pactó un reparto del 60% para las empresas españolas y del 40% para las alemanas, y se adjudicó el contrato a Santa Bárbara Sistemas, que en el 2003 comenzó con la producción de dicho modelo para el Ejército de Tierra. Este acuerdo consistía en la construcción de 219 unidades. El Gobierno llegó a un acuerdo con la parte alemana y logró reducir su porcentaje de beneficios porque la carga de trabajo del Leopardo 2E se realiza de forma íntegra en las fábricas españolas de Santa Bárbara, filial de la multinacional General Dynamics. Las conversaciones no se alargaron, ya que ambas partes comprendieron que se beneficiarían de un millonario contrato que podría alcanzar los 3.000 millones de euros.
Para agilizar los trámites, el Ministerio Defensa ha creado una especie de consorcio de empresas que podrían beneficiarse del programa militar en caso de que se firme finalmente el contrato. Además de Santa Bárbara, socio principal, aparecen otras compañías que aportarían su experiencia en el proceso y lo liderarían de manera conjunta. Las conversaciones las dirige una sociedad pública dependiente de Defensa.